Nuestra ciudad es ya una ciudad metropolitana con cerca de 500.000 habitantes y un área funcional que se acerca a los 800.000; es también uno de los polos españoles de la nueva industria del conocimiento. Según diferentes ránkings ocupa el cuarto lugar, con Bilbao, después de Madrid, Barcelona, y Valencia.
Nuestra ciudad ha dado el paso, como muy pocas españolas, de una ciudad de servicios al consumo hacia una economía caracteriza por la importancia de la industria terciaria creativa o del conocimiento. Ocupamos un lugar preeminente, el primero, en la industria de la confección y la moda, pero particularmente en el ámbito de la gestión de una de las mayores empresas mundiales, y la primera de España, Inditex, que ocupa a más de 3.000 personas en servicios centrales de un terciario avanzado, y que posee uno de los Big-data mayores del mundo. Ocupamos el tercer lugar en TICs, convirtiéndonos ya en un polo de la industria tecnológica, y tenemos importantes desarrollos en otras industrias terciarias, como en el sector financiero, incluyendo los desarrollos tecnológicos, y en nuevas iniciativas vinculadas con el diseño. Las industrias culturales están adquiriendo también un papel relevante a escala nacional.
Este conglomerado, como se ha puesto de manifiesto en el Foro Metropolitano 3.0, ha superado al anterior empleo industrial, al anterior empleo en la administración, en la sanidad y en la educación. El terciario productivo, o terciario industrial ha superado ya al terciario de servicios directos. Estamos ante una nueva manera de producir bienes, de generar negocio, de internacionalizar los servicios que producimos y de acumular capital para nuevas inversiones e incrementar una oferta considerable de empleo de calidad. Y por este camino debemos seguir. Toda esta transformación ha sido gracias al empuje de empresarios singulares que creyeron en su ciudad, y de profesionales de calidad que también apostaron por la ciudad desoyendo otras oportunidades de fuera. Una vez más ha sido la iniciativa privada la que permitió dar el salto hacia el futuro.
No son necesarias nuevas grandes inversiones de capital en las infraestructuras urbanas, las que hay son suficientes, hay que llenarlas de contenido, porque algunas están subutilizadas. Solo hay dos retos según los empresarios participantes en el Foro: el aeropuerto y completar a red de accesibilidad metropolitana y de movilidad, es decir, estación intermodal, tren metropolitano o de cercanías, y sustitución del automóvil por el transporte público. Equipamientos antes demandados como los parques tecnológicos, que hace años hubieran sido oportunos, ahora no son necesarios, porque los empresarios han arbitrado alternativas válidas y porque el modelo urbanístico ha cambiado.