Un perro que sabe escuchar

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Niños con necesidades educativas especiales aprenden a leer con la ayuda de «Guinda»

04 abr 2016 . Actualizado a las 18:44 h.

Hay cuentos para niños, para mayores, de la abuela... y también hay cuentos para perros. Estos animales se convierten en los mejores espectadores para escuchar a aquellos niños que tienen dificultades para aprender a leer, y que necesitan a alguien a su lado que los atienda y los corrija cuando se equivocan, pero sin criticarlos ni burlarse como puede ocurrir en una clase normal. Este es el objetivo del programa Reading Education Assitance Dogs (READ) -Lectura con Cans-, que acaba de poner en marcha el Ayuntamiento en el colegio de educación especial Nuestra Señora del Rosario, y que ayuda a potenciar la relación emocional entre los menores y los animales.

Las sesiones, que se celebran todos los viernes por la tarde, se iniciaron en el mes de enero y los resultados ya son evidentes, empezando porque los niños le han cogido un enorme cariño a Guinda, la labradora que se encarga de escuchar todos sus relatos. Miriam Armesto y Luz Conde son las dos profesionales encargadas de dirigir esta terapia en la que participan 6 menores con necesidades educativas especiales, y de los que previamente han recibido un informe de sus profesores y orientadores. «Cada caso es diferente y tenemos que ver qué es lo que le podemos ofrecer a cada niño, ya que cada uno tiene unas características especiales», explica Armesto, que también reconoce que con estos pequeños hay que trabajar muy despacio, aunque la evolución es muy positiva con el paso de las sesiones.

Cada uno de los encuentros con Guinda suele durar unos veinte minutos, en los que la perra, el niño y las dos monitoras se sientan en una mantita en el suelo y abren una maleta en la que hay mucho material para poder trabajar. En la medida de sus posibilidades, los niños van leyendo en alto, «y el perro los corrige si se equivocan moviendo una de sus patitas», afirma Miriam Armesto, que también recuerda que se trata de lecturas adaptadas con pictogramas, letras y casi todo relacionado con el mundo perruno. «Muchas veces trabajamos con la imagen corporal y lo trasladamos al perro, preguntando dónde tiene una parte concreta del cuerpo; o también con las emociones, preguntándoles cómo está Guinda, y todo ello basado siempre en cuentos», reconoce. Aunque solo llevan unos meses con este programa de terapia asistida, Armesto confiesa que «el grupo de niños es maravilloso. Los padres nos comentan que los pequeños están contentísimos y que están esperando a que llegue el viernes para poder ver a Guinda y contarle un cuento».

«Son animales especialmente adiestrados, muy sociables y que les gusta la gente»

Aunque los niños son los beneficiarios de esta terapia dirigida, gran parte del protagonismo se la llevan los perros, que tienen que tener unas características especiales para poder sumarse al programa READ. «Son animales especialmente adiestrados, muy sociables y que les gusta la gente y sobre todo los niños. Además deben de tener una serie de habilidades para interactuar mucho con los lectores», explica Miriam Armesto, que lleva viviendo con Guinda desde que nació, puesto que los guías deben conocer perfectamente a los animales con los que trabajan. Confiesa que no vale cualquier perro para desempeñar este trabajo y que no existen unas razas predeterminadas, aunque suelen elegirse aquellas que tienen más paciencia y menos temperamento.

«Desde que tenía seis meses Guinda es buenísima, y ya pasaba el examen que hay que realizar para poder participar en este programa», apunta, al mismo tiempo que recuerda que tanto los perros como los guías deben superar unas pruebas cada dos años para seguir formando parte de esta iniciativa. Además, tanto ella como su compañera y Guinda han recorrido miles de kilómetros por toda España asistiendo a los distintos cursos de formación para mejorar estas terapias dirigidas.

Experiencia previa

En Galicia ya han realizado varias actividades de lectura con perros en colegios y bibliotecas, pero nunca habían trabajado con niños con necesidades educativas especiales, un nuevo reto que les están aportando otra perspectiva. Todos los datos que aporte esta experiencia servirán para un estudio respaldado por la Universidade Complutense de Madrid, que están analizando los beneficios que este tipo de iniciativas en las que los animales ayudan a superar dificultades.

Un programa con casi veinte años de experiencia en todo el mundo

Mejorar la vida de las personas mediante la interacción con animales fue el reto que se marcaron hace casi veinte años los fundadores del grupo READ, que nació en Estados Unidos, pero que hoy en día ya está presente en países de todo el mundo con casi 5.000 equipos en activo. El objetivo es promover las habilidades de lectura en diferentes culturas y entornos, y siempre teniendo como ayudantes a los perros. Estos animales son los acompañantes ideales para la lectura porque escuchan atentamente, ayudan a relajarse y disminuyen la ansiedad del lector, no juzgan, no se burlan y no critican, dejan que las personas vayan a su propio ritmo y son menos intimidantes que los compañeros de clase o los adultos. Además, leerle a un perro es un juego y no una obligación.