Los responsables de dos entidades bancarias, Banco Santander y Bankia, ubicadas en la calle Juan Flórez se percataron, en la mañana de ayer cuando llegaron a sus oficinas, que sus dos cajeros automáticos habían sido objetivo de los vándalos.
Ambos dispensadores fueron atacados con un objeto contundente hasta destrozarles las pantallas, incluso a uno de ellos el impacto le causó un agujero en su parte frontal. A pesar de semejantes daños, las dos máquinas no dejaron de funcionar y los clientes pudieron retirar dinero de ellos.
Fuentes próximas a la investigación señalaron que el ataque contra los dos cajeros «solamente tiene como objetivo causar daños, ya que es casi totalmente imposible poder acceder desde el exterior a la caja de seguridad en la que se encuentra a buen recaudo el dinero.
Hace apenas unos meses otros dos cajeros resultaron completamente destrozados en el barrio de los Rosales.