La Xunta asegura que echará de sus pisos de Novo Mesoiro a los ocupantes irregulares

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CRIS VEIRAS

Fuentes policiales vinculan a los asaltantes de las viviendas con antiguos residentes del poblado marginal de Penamoa

27 ago 2015 . Actualizado a las 11:20 h.

El Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) ha iniciado los trámites para expulsar a los ocupantes irregulares de los pisos del edificio número 13 de la calle Ribeira Sacra, en el barrio Novo Mesoiro, en el que se suceden los actos vandálicos y los intentos de ocupar viviendas vacías por la fuerza. El último caso se produjo este martes, cuando a las dos de la madrugada una vecina descubrió que alguien estaba intentando forzar la puerta de la vivienda de al lado. No lo lograron, pero huyeron antes de que la policía pudiese atraparles.

Según los residentes en el edificio, que desde hace cinco años viven amargados por destrozos y robos (desde 22 radiadores de los pisos vacíos a 160 metros de cable del sistema de bombeo), en la actualidad hay ocho viviendas con residentes irregulares.

El inmueble fue levantado por la Xunta y el Ayuntamiento. En el inmueble hay 34 propietarios privados, el resto son viviendas públicas propiedad del IGVS.

El instituto admite que se han producido varias ocupaciones con éxito de forma reciente, a las que suman dos que ya conocía. Los trámites para recuperar las dos últimas ya han comenzado. Además, los técnicos de la entidad han inspeccionado, acompañados de la policía, las que fueron invadidas en las últimas semanas.

A raíz de esa investigación, la institución «vai iniciar os procedementos legais» para recuperarlas y después volver a adjudicarlas mediante el proceso reglado.

El IGVS no descarta además tomar medidas penales contra los ocupantes irregulares, aunque añade que se pondrá en contacto con los servicios sociales del Ayuntamiento para evitar que alguno de ellos pueda quedar en desamparo si se encuentra en situación de vulnerabilidad.

El instituto señala que, «na súa meirande parte» las viviendas asaltadas con éxito no estaban vacías, sino que habían sido adjudicadas y entregadas a familias, pero en algún momento esas personas dejaron los pisos sin avisar y a continuación fueron ocupadas.

La postura del Ayuntamiento

El gobierno local se ofreció ayer a colaborar en los problemas del inmueble si se le requiere, pero recordó que la principal responsabilidad la tiene la Xunta, que es la titular de los pisos públicos.

Aunque este mes de agosto se ha producido un repunte de los actos vandálicos en el edificio, el problema viene de lejos. Entre otros muchos sucesos, a principios del 2013 alguien prendió fuego a tres vehículos en uno de los garajes. En el 2014 dejaron de incendiar los coches para llevárselos por trozos. Hasta enero se habían llevado las ruedas de diez automóviles. Los robos continuaron y en septiembre incluso sustrajeron el volante de un coche.

La sensación de inseguridad se extendió y en otoño, el anterior edil de Seguridad, Julio Flores, organizó un encuentro entre los vecinos afectados y la jefatura de la Policía Nacional, que reforzó su presencia en la zona. La situación se tranquilizó hasta que este mes volvieron a las andadas.

En la policía hay divisiones sobre las causas del repunte, una parte lo atribuye a que los cacos están aprovechando el bajón de efectivos de agosto, otros señalan que es un fenómeno cíclico aunque causado siempre por una serie de personas determinadas.

Los vínculos con Penamoa

Fuentes de la policía vinculan a los ocupantes irregulares, a los que se atribuyen los sucesos, con el antiguo poblado de Penamoa y su entorno. Los habitantes más conflictivos de aquel enclave se movieron a diversos puntos de Galicia tras su disolución. Algunos de ellos recalaron en las viviendas municipales del barrio de Recimil, en Ferrol, donde también se ocuparon viviendas por las bravas. Otros, según esas mismas fuentes, han recalado en la zona de Novo Mesoiro.