Varios empleados de la concesionaria alertan de ataques, como cortes de neumáticos o diversos daños mecánicos en los vehículos
25 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las bicicletas públicas de la ciudad están «en peligro». Así lo denuncia un comunicado de la asociación ecologista Arco Iris, que recoge el testimonio de varios empleados de Bicicoruña, concesionaria responsabilidad de las empresas municipales Emusa y Emalcsa. «Hai tempo que se veñen producindo danos», explica Francisco Lueiro, presidente de Arco Iris, «pero nos últimos tempos temos constancia dun aumento do vandalismo». Según la denuncia, los actos más graves se dan en las zonas apartadas, como la calle Barcelona o el mirador de Os Castros, y van desde pequeños daños mecánicos, como descolocar las cadenas, hasta ataques más graves, como cortes o pinchazos en los neumáticos.
Pese a esto, los vecinos no creen que sea algo excesivamente preocupante. «A veces llego a coger la bici y me encuentro con que la cadena está fuera de sitio, pero la vuelvo a poner y continúo», indica Asunción Cejas, vecina de Os Castros y usuaria cotidiana del servicio, que admite que «es una gran suerte contar con esto, me ayuda a ir al trabajo todos los días». Aunque señala otros contratiempos, como la falta de acondicionamiento de los vehículos en algunos aspectos como los frenos.
Problemas a parte, lo cierto es que las bicicletas son un recurso en pleno crecimiento. Ya durante el año pasado, se alcanzaron un total de 2.500 desplazamientos diarios y Bicicoruña aumentó su uso un 13,5 % con respecto al 2013, a pesar de que el carril bici sigue siendo escaso. «Trátase dun servizo cada vez máis demandado pola cidadanía», dice Lueiro, «por iso habería que poñer máis medios para protexelo». Para conseguir este objetivo, la asociación ecologista lleva años pidiendo, sin éxito, el emplazamiento de cámaras de seguridad en los puntos de estacionamiento. «As cámaras están en todos lados, non entendemos que non se utilicen para protexer un ben público coma este», añade. La asociación también demanda una mayor dotación, «xa que hai zonas, como a Fábrica de Tabacos, nas que é imposible acceder a unha bicicleta segundo a hora».