Feijoo no descarta presentarse por tercera vez, pero cree que lo «lógico» es hacerlo dos veces 

Aunque tienen que darse ciertas circunstancias para ellos, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo -que este miércoles participó en el Diálogos A3 organizado por el Club Financiero Atlántico de A Coruña- no descarta presentarse a un tercer mandato. Primero, reflexionará si debe o no continuar en el Gobierno, si bien puntualizó que no estará tantos años como Fraga. Hay que saber si «a Galicia le puede interesar un tercer mandato, porque, si no es así, para qué vamos a perder el tiempo». Y también dependerá, dijo, de lo que decida su partido. El jefe del Ejecutivo autónomo también sentenció que «más razonable y lógico» es presentarse «dos veces», aunque se mostró en contra de limitar el número de mandatos.

Feijoo también realizó una defensa a ultranza de la reforma electoral para los comicios municipales que el PP impulsa estos días. Abrir ese debate en la sociedad española le parece, aseveró, «absolutamente fundamental», «absolutamente procedente» y «absolutamente imprescindible». De hecho, en su alegato de la operación, el jefe del Ejecutivo autónomo llegó a afear a su propio partido que no hubiese lanzado este proyecto hace tres años. «Na miña opinión, deberiamos tela presentado a principios da lexislatura [2011-2015], non ao final. Pero se vale para emendar os erros que acabamos de ver con maior intensidade despois do 24M, benvida sexa esa reforma para revitalizar a democracia nas institucións», proclamó.

La modificación consiste en aplicar una prima especial en la asignación de concejales si no se dan mayorías absolutas naturales, de modo que las alcaldías se otorgarían a los números uno de las listas más votadas en cada lugar, siempre que estas obtuviesen en las urnas un apoyo superior al 35 % y un margen de cinco puntos respecto al rival directo. Para el resto de casos, la propuesta de los conservadores prevé la convocatoria de segundas vueltas en las que tendrían derecho a participar todos aquellos partidos que en las primeras hubiesen recabado un respaldo igual o superior al 15 %. En ellas triunfaría quien llegase al 40 % o aventajase en siete puntos al inmediato competidor. Si nadie lo consiguiese, las alianzas decantarían la balanza definitivamente. Feijoo cree que ese es el mejor sistema «para que os cidadáns saiban moi ben que o seu voto é o que pon ao alcalde, e non que sexan outro tipo de derivadas de segunda e terceira categoría as que o fan». Con su aplicación se corregirían, «por máis que sexan legais», ciertas «anomalías» , como que «o partido maioritariamente apoiado nas urnas sexa o que está na oposición e probablemente un dos políticos menos votado poda ser o alcalde».

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