La UDC paraliza las fusiones y plantea una reestructuración global

A CORUÑA

El rector de la Universidade da Coruña, con los estudiantes a la entrada del Consello de Goberno
El rector de la Universidade da Coruña, con los estudiantes a la entrada del Consello de Goberno Marcos Míguez

Armesto eleva a 8,7 millones la partida que les adeuda la Xunta

01 jul 2015 . Actualizado a las 02:27 h.

Tras tres semanas de polémica, la Universidade da Coruña (UDC) ha decidido dar marcha atrás y paralizar la fusión de ocho facultades y cinco departamentos tras la oposición frontal de la gran mayoría de los implicados, que denunciaban que conllevaría una pérdida de autonomía de los centros y tan solo reportaría un ahorro de 230.000 euros al año. El fuerte rechazo al proyecto, que incluso incluyó ayer una protesta en el Rectorado, hizo que los miembros del Consello de Goberno decidieran retirar este punto del orden del día, y aprobar -por unanimidad- una propuesta de reestructuración de toda la institución, sin concretar ninguna medida.

Así lo explicó el rector Xosé Luis Armesto, quien reconoció que la idea inicial no había sido acertada y que la intención ahora era «partir de cero» y que una comisión especial analizara las posibles medidas de reorganización de las infraestructuras de la UDC, «contando coas aportacións e suxerencias de toda a comunidade universitaria». Anunció que se abrirá un plazo de diez días para recibir todas estas propuestas y elaborar un informe para presentar en el Consello de Goberno de julio, aunque Armesto también admitió que no cree que se puedan implantar medidas firmes para el próximo curso.

La decisión de paralizar las fusiones de Comunicación Audiovisual y Socioloxía, Arquitectura y Aparelladores, Fisioterapia y Terapia Ocupacional y las dos Politécnicas fue aplaudida ayer por varios de los decanos afectados, «porque nadie se puede negar a realizar una revisión general de la Universidad, pero partiendo de datos y análisis, y siempre con diálogo, transparencia y de forma pausada», afirmó Juan José Videla, de Comunicación Audiovisual. También Fernando Agrasar y Pedro Nogueira, directores de Arquitectura y Aparelladores, se mostraron muy contentos con este paso atrás en la propuesta de fusión de sus centros, y reconocieron que todo este asunto ha servido «para reflexionar y buscar nuevas estrategias que vayan encaminadas a conseguir un mayor éxito para toda la Universidad en su conjunto».

Demanda creciente

Otro de los temas que también se analizó en el Consello de Goberno de ayer fue la situación económica por la que atraviesa la UDC, que hace quince días suspendió temporalmente el gasto corriente debido a la falta de liquidez. Armesto dijo que el problema se debe al retraso en el cobro de una serie de ingresos previstos, y también a la falta de acuerdo entre la Xunta y la Universidad sobre la cantidad total que debía recibir este año de acuerdo con el plan de financiación vigente.

Estas diferencias ya llevaron a la institución académica a interponer en diciembre un contencioso contra el Gobierno gallego reclamando 3,8 millones que la UDC considera que se le adeuda en este ejercicio, un recurso que aún está sin resolver. A pesar de ello, ayer el rector anunciaba por sorpresa que esta misma semana se ha decidido sustituir esa demanda por otra y elevar a 8,7 millones la cantidad que se le debe de los últimos tres ejercicios, ya que considera que la Xunta ha hecho mal los cálculos desde el año 2013 y nadie parecía haberse dado cuenta hasta ahora.

Educación dice que el problema está en la interpretación de una fórmula matemática

Educación desconocía ayer la existencia de este nuevo recurso, aunque explicaba que el anterior sigue sin resolver por parte de los tribunales. Afirmaron que el problema se debe a una diferencia en la interpretación del reparto de los fondos estructurales, «que se hace en base a unos criterios y a una fórmula matemática, pero los fondos ya están repartidos íntegramente entre las tres universidades», por lo que si la justicia da la razón a la UDC, Santiago y Vigo deberían devolver la parte de más que cobraron.

Armesto defendió su postura recordando que el plan de financiación 2011-2015 establecía una parte fija y otra variable en función de unos indicadores, y que esta última se incrementaría un 5 % cada año, algo que se cumplió en el 2012. Sin embargo, al siguiente ejercicio la Xunta modificó el porcentaje «incumprindo o acordado», denunció el rector coruñés.

Mientras este recurso se resuelve, Xunta y UDC trabajan en un plan de ajuste que permita a la última pagar los 4 millones que se adeuda a los proveedores, para lo que solicitan que se le adelante una partida de 5 millones que se ingresa a finales de año. Además, Armesto anunció que pondrán en marcha un plan de mecenazgo para conseguir fondos no finalistas, ya que los acuerdos con empresas tienen que destinarse a proyectos concretos.