Los conservadores inician la mudanza
28 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Tras cuatro años bastante frenéticos, en los que no era infrecuente ver a algunas asesoras del gobierno correr por los pasillos de la segunda planta de María Pita, o encontrarse con improvisados «fumaderos» en despachos con ventanas abiertas porque no daba tiempo ni a tomar el café, en palacio casi impera la calma chicha, mientras que los fontaneros del Partido Popular se preparan para su inevitable despido, como ocurre siempre que un gobierno pierde unas elecciones, y los concejales hacen las maletas para la inevitable mudanza del día 13, cuando tomarán posesión los nuevos amos de María Pita y un nuevo ejército de asesores, que según las promesas de la Marea será menor en tamaño y costes.
Mientras los consejeros se dicen adiós, ya que la mayoría proceden de distintos puntos de Galicia, en los ahora más largos cafés de la mañana se habla de buscar empleo y ofertas de apartamentos. La mayoría saben que no seguirán: a principios de semana los derrotados jefes del PP de la zona se reunieron para decidir qué fontaneros continuarán a las ordenes del partido.
Tienen menos trabajo los asesores y también los funcionarios, ya que en principio se ha dado orden de paralizar todos los procedimientos administrativos que no sean imprescindibles. Uno de los que sigue adelante es la preparación del plan de autoprotección para el San Juan, que el nuevo gobierno no podría aprobar en los diez días disponibles entre la toma de posesión y la fiesta.
La redacción de ese plan motivó el primer contacto entre el gobierno saliente y sus sucesores de la Marea. Ahora el traspaso de poderes se irá acelerando. Algunos de los ediles salientes ya se han ofrecido para entrevistarse con los nuevos y explicarles como están las cosas; o para dejar escritos que expliquen la situación de cada departamento si prefieren no verse las caras. Incluso se han producido intercambios de números de teléfono para que los nuevos puedan consultar si surgen dudas. Todo eso quedará en el plano institucional, en el político todo indica que el cese de hostilidades apenas durará unos días.