Confunden el bus electoral de Unión Coruñesa con el turístico «que La Coruña no tiene»

«Estaba parado en un semáforo  y se acercaron unos turistas  para preguntarle al conductor si aquel era el bus turístico». Lo relató esta mañana Carlos Marcos al explicar como los turistas que llegan a la ciudad, sobre todo cruceristas, han confundido ya en cuatro ocasiones el bus electoral de Unión Coruñesa (un autobús de dos pisos, el segundo descubierto) con el turístico. Marcos participó en los desayunos de la Asociación de la Prensa donde criticó la actual gestión turística, enfatizó que «¡ni siquiera tenemos un bus turístico que hay en cualquier sitio!» y apostó por facilitar una oferta de ocio a los cruceristas «que ahora andan perdidos por la ciudad o se los llevan a un centro comercial o a Santiago».

El candidato de Unión Coruñesa defendió la necesidad de que el coruñesismo tenga presencia en la Corporación municipal, aludió a las pérdidas que ha experimentado la ciudad en los últimos años («20.000 familias que trabajaban en la administración», «12.000 familias de militares que se fueron con la Brilat», «no queda ningún banco», «a la lonja llega más pescado por carretera que por barco por los aranceles del puerto») y auguró: «Vamos a ser la gran sorpresa del 24 de mayo porque mucha gente se me acerca confesando que han sido votantes del PP o del PSOE pero que quieren darles un voto de castigo por la corrupción».

«Unión Coruñesa facilitará un gobierno estable a cambio de inversiones publicadas en el Boletín Oficial, no de cargos. No venimos a cambiar una concejalía por un voto». Aseguró que hay partidos «que no han presentado ningún proyecto para la ciudad» y valoró así a los otros candidatos: Carlos Negreira: «Versátil»; Mar Barcón: «Decadencia»; Xosé Manuel Carril: «Buen hombre»;  Santiago Folla-Cisneros: «Simple»; Xulio Ferreiro: «Talibán», Carlos Oliva: «Desconocido» y Martínez Anido: «buen chico»

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