La Marea propone seguir pagando a Vendex la ORA y la grúa

X. G. A CORUÑA

A CORUÑA

28 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Marea dice que lo suyo es la nueva política, pero ayer hizo una exhibición de vieja política ejecutada con torpeza. Mientras su candidato Xulio Ferreiro miraba desde las gradas del público, el portavoz de EU, César Santiso, que deja la corporación, presentó dos iniciativas en nombre de la Marea.

La segunda propuesta de la Marea presentada por Santiso puso punto final a la sesión. Fue un ruego para «paralizar» los concursos de la ORA y la grúa y ordenar la prórroga del contrato actual de forma indefinida, hasta que la próxima corporación decida mediante una «consulta cidadá» qué hacer con esos servicios.

Prorrogar el contrato supondría que el grupo Vendex, actual adjudicatario, siguiese cobrando un contrato que le reporta unos cuatro millones de euros al año.

Vendex ocupa el centro de la operación Pokémon y la jueza sospecha que organizó una trama de corrupción a gran escala en varios ayuntamientos gallegos para hacerse con contratos públicos. Por eso el ruego causó estupor. La Marea ha exigido al PP explicaciones por sus presuntas conexiones con la supuesta trama, pero su plan otorgaría más dinero al presunto corruptor.

La primera fue una pregunta al edil de Urbanismo, Martín Fernández Prado, que llevaba la clara intención de dañar su prestigio. Santiso preguntó si se contrató al arquitecto Juan José González-Cebrián Tello «a dedo» la reforma de la plaza «de san Pedro». Luego reveló que González-Cebrián había presidido el tribunal que aprobó la tesis doctoral de Fernández Prado. Un ataque personal para exigir más transparencia en la contratación.

La respuesta del edil de Urbanismo fue durísima. Además de recordar a Santiso, y a la Marea, que la plaza en cuestión es la de San Pablo, también señaló González-Cebrián no formó parte del tribunal de tesis. También explicó que el arquitecto, de prestigio reconocido, trabajó en multitud de ocasiones con el Ayuntamiento en todos los mandatos. Ganó el concurso de ideas para la reforma de la Marina en el bipartito.

Luego demolió a Santiso: «Lo que hay que hacer es trabajar. Todos los contratos se pueden ver en (la sección de) Actas. Los señores del Bloque van allí a verlos pero usted nada. Trabaje». Lo remató diciendo que en su partido «no han querido que usted se presente». Fue tan duro que usó sus últimos segundos para perdonarle la vida: «Me da pena que sus últimas palabras en el pleno hayan tenido tan poco nivel, le deseo lo mejor en el futuro».

La Marea explicó luego que González-Cebrián dirigió la tesis del edil y le acusó de ocultar ese dato. Pero la tesis fue leída en el 2010, no es causa de incompatibilidad alguna y, tras tanta pifia, el ataque no fue a ninguna parte.

Pero a la nueva formación política también le pasaron factura otros deslices anteriores. Julio Flores, en sus últimos sablazos plenarios, les acusó de ser «una marejadilla que quiere cargarse el puerto exterior», en referencia a la propuesta de Ferreiro de suspender los convenios urbanísticos para pagar la obra e invitar al Puerto a buscarse la vida. Claro que Flores, fiel a su estilo, atizó en todas direcciones acusó a Mar Barcón (PSOE), ausente gran parte del pleno, de prometer lo que no hizo cuando gobernaba; al BNG de «apagarse como una vela», y a César Santiso de «destrozar a su partido (EU, que se presenta en la Marea)», a la que situó en la «izquierda radical». Y se acabó hasta junio.