Vecinos y comerciantes afectados por el corte del centro de Betanzos denuncian graves perjuicios por la demora
30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Vecinos que dan un amplio rodeo para entrar en su portal, hosteleros que ven reducir la entrada de clientes a su negocio, estudiantes que han de convivir con el ruido desde el interior de la biblioteca. Las obras de Emilio Romay comienzan a desesperar a todos los que conviven cerca esta zona del centro de Betanzos, una obra cuya finalización estaba programada para antes de la Nochevieja, pero que han avanzado a ritmo de galápago.
En el Ayuntamiento ha sido continuo el goteo de vecinos para quejarse. Esta misma semana acudió Alfonso Viñales, propietario de la cafetería Yocri, un local que flanquea las eternas obras. «Esto me está suponiendo una importante pérdida, me han bloqueado la entrada de minusválidos y las aceras llevan mucho tiempo cortadas al paso de los peatones», denuncia el hostelero, quien también lamenta la existencia de grietas en su establecimiento.
También hay grietas al otro lado de la calle levantada, en la biblioteca municipal. Aquí el silencio se acabó a mediados de octubre, cuando empezaron los trabajos. «El edificio tiembla a veces», dice uno de los trabajadores de esta instalación. «Parece que esta obra no se acaba nunca», denuncia una vecina, harta de rodear las pasarelas para acceder a su casa.
El Ayuntamiento señaló ayer que ha trasladado a la empresa su malestar por el retraso acumulado y le exigió que concluya «de forma urgente». «No podemos tener más tiempo cortada esta calle, con una importante densidad de tráfico», añaden.