Más tambores de guerra en María Pita

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Los bomberos empiezan a moverse y la ORA amenaza con una huelga

28 ene 2015 . Actualizado a las 11:41 h.

Los tambores de conflicto laboral suenan cada vez en mayor número y con más fuerza en María Pita. A las protestas de la Policía Local podrían sumarse en los próximos días los bomberos y el personal del servicio de la ORA, dos colectivos que han dejado patente su disconformidad con algunas decisiones del gobierno. Los bomberos presentarán mañana en el Registro municipal escritos individuales con sus demandas. Sus representantes sindicales culpan a la edila de Personal, Rosa Gallego, de no haberlas atendido, aunque algunas «inciden na seguridade». Destacan que hay «poucos efectivos», además de una «nefasta planificación dos ingresos e promocións». Esas demandas se concretaron en el último tercio del año pasado. La mayoría están recogidas en un escrito redactado tras una mesa técnica de bomberos celebrada el 11 de diciembre.

 

 

El gobierno llamó antes

 

En aquellos días el gobierno local estaba en plena tramitación del Presupuesto de este año, en el que Gallego tiene responsabilidad directa por ser la teniente de alcalde responsable del área de Hacienda, y después la actividad municipal sufrió el habitual bajón de las Navidades.

Pero se da la circunstancia de que ayer mismo, tres horas antes de que los bomberos enviasen su escrito a la prensa, el departamento de Personal empezó a tramitar sus reclamaciones.

Envió un escrito a los cuatro sindicatos con presencia en MAría Pita para que envíen sus propuestas de cara a la redacción de la oferta pública de empleo del Ayuntamiento. En el mismo mensaje se explicaba que esas sugerencias serán discutidas en una reunión que se convocará la próxima semana, y en la que también se analizarán las propuestas de la mesa técnica de bomberos, incluyendo la nueva unidad de rescate en el litoral y las propuestas sindicales para aplicar la «promoción horizontal» en la policía y los bomberos, es decir que los funcionarios puedan ascender de grado o categoría, lo que supone un mayor sueldo entre otras ventajas, aunque continúen en el mismo puesto. Esa posibilidad ya está recogida en la ley, pero el Ayuntamiento carece de reglamento para ella.

Además de los bomberos, ayer también comenzaron a moverse los trabajadores de la ORA. El sindicato UGT ha solicitado de forma urgente una entrevista con el alcalde, Carlos Negreira, de lo contrario amenazan con convocar una «huelga inminente».

 

 

El problema de la ORA

 

UGT quiere que el gobierno local modifique el pliego del nuevo contrato de la ORA. Advierte de que de esos documentos se deduce que «la empresa adjudicataria tendrá un déficit de 350.000 euros», pero subraya que se opondrán a cualquier medida de ajuste de plantilla derivada de esa circunstancia: «Las empresas (...) deben tener clara la responsabilidad que van a asumir. Desde UGT seremos contundentes a la hora de defender los intereses de los trabajadores». El sindicato también advierte al Ayuntamiento de que «no puede mirar hacia otro lado», ya que una vez subrogada la plantilla «será posible despedir al 40 %», y sugiere la creación de una nueva empresa municipal que se encargue de la gestión de ese servicio y de la grúa, ya que ambos están relacionados con la «ordenación del tráfico y la movilidad», dos «necesidades ciudadanas».

Esos dos conflictos en crecimiento se unen al de la Policía Local, ya avanzado, que reclama la aplicación de un acuerdo salarial que data del 2009 y que ha estado paralizado durante todo el mandato a causa de la legislación del Gobierno central contra la crisis económica.

 

 

Las elecciones sindicales, en espera

El presidente de la junta de personal del Ayuntamiento, Manuel Aceña, niega que tengan incidencia, pero en el Ayuntamiento muchos políticos y funcionarios vinculan las sacudidas en los cuerpos de policía y bomberos a las inminentes elecciones sindicales, que aún no tienen fecha pero deben celebrarse cerca del mes de mayo. Los primeros en iniciar las protestas fueron los policías, donde es mayoritario el CSIF, que piden una adecuación salarial que toda la corporación respalda, aunque no la apliquen por imperativo legal. Ahora los bomberos, donde lidera la CIG, empiezan a moverse. Aún no lo han exigido, pero es probable que no quieran quedarse por detrás de los agentes municipales en materia salarial.