Fuentes municipales indicaron que son cerca de 160 los vendedores ambulantes que cuenta con un puesto autorizado en el mercadillo de la Sardiñeira. Pero en esa explanada se están desarrollando las obras de construcción de una escuela infantil que la Xunta, en colaboración con la Fundación Amancio Ortega, pondrá en marcha en breve. Y durante la duración de esos trabajos afectará a la ubicación de unos 90 comerciantes.
Nada más levantarse el vallado del área de las obras de la nueva escuela infantil, los vendedores ambulantes comenzaron a temer por su futuro. Alfredo Barrull, el portavoz de los comerciantes, incluso se quejó de que el Ayuntamiento no les había avisado «con tiempo», y que el gobierno local quería sortear los puestos que quedaban habilitados, «pero no queremos sorteos, eso puede llevar a un enfrentamiento entre nosotros».
Pero en esta ocasión, en las reuniones, el diálogo entre los vendedores y el Ayuntamiento estuvo en todo momento presente. El primer logro fue el anuncio del gobierno coruñés de que no se iba a retirar ninguno de los permisos concedidos, y que los 90 afectados por los trabajos no iban a tener que cesar su actividad o a trasladarse muy lejos de su espacio de trabajo habitual. Se moverían, en todo caso, a las calles aledañas del mercadillo.
Plan alternativo
Los vendedores también trabajaron lo suyo en el problema, y lograron consensuar un plano alternativo, «un diseño que coloca a todos los puestos en línea recta y evita que estemos esparcidos», dijo Alfredo Barrull.
Este nuevo plan de reubicación de los puestos de la Sardiñeira fue expuesto en el Ayuntamiento, y sí parece haber convencido a los responsables municipales. Pero para ejecutar esta nueva idea era necesario no celebrar el mercadillo ayer. «Pero alguien no se enteró o no se quiso enterar. Pero no pasa nada, todo está solucionado y volveremos en el próximo feirón», dijeron.