Dolce Vita cumple un año cerrado y sin ninguna oferta

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Las hierbas invaden las escaleras de entrada al centro, cuya fachada ha perdido algún cristal.
Las hierbas invaden las escaleras de entrada al centro, cuya fachada ha perdido algún cristal. marcos míguez< / span>

El grupo Chamartín confirmó su intención de vender el centro comercial

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las puertas del centro comercial Dolce Vita se cerraban hace justo un año y, por el momento, seguirán así por bastante tiempo. El grupo Chamartín, propietario de la superficie de la Grela, continúa sin recibir ninguna oferta para volver a poner en marcha estas instalaciones de más de 62.000 metros cuadrados de superficie comercial, y cuya puesta en marcha supuso un desembolso de más de 162 millones de euros.

Casi seis años después de su inauguración, la crisis y la feroz competencia de otros centros comerciales -sobre todo de Marineda City- hicieron que el complejo apagase definitivamente sus luces, y así seguirá a pesar de que la empresa propietaria ha mostrado su intención de venderlo y deshacerse de él. Según explicaron ayer fuentes de la compañía Chamartín, «por el momento no hay ningún proyecto en cartera para Dolce Vita. El grupo Chamartín está llevando a cabo un proceso de reestructuración y saneamiento de sus activos, y está desprendiéndose de algunos de ellos. Sin embargo, con respecto al centro comercial de A Coruña, no hay nada en absoluto».

La misma respuesta ofrecieron sobre los rumores que apuntaban a la posible reconversión del centro en un moderno complejo de ocio, ya que «hasta el momento no se ha presentado nada serio, y no se ha hecho ninguna oferta. El grupo Chamartín estaría encantado de tener propuestas sobre la mesa, pero lamentablemente no han hecho ninguna», insistieron desde la compañía propietaria de Dolce Vita. Asimismo, también consideraron que «todavía es pronto para tener planes para ese centro», en clara alusión a que las consecuencias de la crisis todavía son patentes en el sector y queda aún un largo camino por delante para poder hablar de recuperación.

 

 

Primeros signos de abandono

 

Si el futuro de Dolce Vita está bastante negro, las instalaciones del centro comercial de la Grela también van perdiendo brillo tras un año cerradas. Después de tapiar las distintas entradas para evitar la visita de los amigos de lo ajeno, la única vida que hay en el complejo es la de la maleza que poco a poco se está apoderando de las escaleras de entrada al recinto, y cuya fachada multicolor ha perdido algún que otro cristal por el ataque a pedradas de los vándalos.

Las entradas al aparcamiento de Dolce Vita son las únicas que registran algún tipo de movimiento, ya que son muchos los trabajadores del polígono de la Grela que aprovechan estos amplios accesos para dejar estacionados sus vehículos durante la jornada laboral.