La torpeza infinita del PP, aunque la culpa recaerá en solitario en el firmante de la orden, se ha convertido en el mejor aliado de la convención política de la Marea Atlántica. Los promotores de la plataforma ciudadana que se convertirá en la marca blanca de AGE y, probablemente, de Podemos, en las próximas elecciones municipales, había programado un encuentro a lo largo de todo el fin de semana en el salón de actos del instituto de Elviña para proseguir con su larguísimo proceso de definición. Pocas horas antes, la Consellería de Educación, que dirige todavía Jesús Vázquez, probable alcaldable en Ourense, emitió una orden negando la cesión del local. Las redes sociales se convirtieron enseguida en escenario de la batalla moral. La excusa oficial dice que los centros de enseñanza no pueden usarse para actos políticos. La hemeroteca está llena de ejemplos de mítines y reuniones sectoriales entre las paredes de colegios e institutos de toda la ciudad. Y pensar que con una medida tan torpe se iba a abortar el encuentro de los miembros de la Marea demuestra también la escasa visión estratégica del PP, pues la convención política encontró una posibilidad de realojo inmediato en la sede del Colegio de Arquitectos y la notoriedad de un encuentro del que tampoco se esperaban demasiadas novedades.