La Casa das Atochas, derribada a los tres años del desalojo

Dolores Vázquez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Una pala, trabajando en el solar en donde estaba el inmueble okupado, en Atocha Alta.
Una pala, trabajando en el solar en donde estaba el inmueble okupado, en Atocha Alta. paco rodríguez< / span>

Además del centro okupado, se está demoliendo el solar del mítico bar Casa Odilo, que echara el cierre en el 2010

08 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

En abril del 2011 fue desalojado el Centro Social Okupado Casa das Atochas, que estos días está siendo reducido a escombros. Este inmueble, que estaba abandonado cuando en marzo del 2008 fue okupado y rehabilitado por un grupo de jóvenes, se convirtió en los tres años que estuvo abierto en un símbolo de la resistencia contracultural para una ciudad que no había tenido con anterioridad un espacio autogestionado de estas características.

Los trabajos de derribo también afectan al solar del ya clausurado establecimiento Casa Odilo, que cerrara en junio del 2010, dejando a la calle de la Torre sin uno de sus clásicos. Era un local regentado a la antigua y que compartió más de medio siglo de historia del barrio. El viernes, únicamente, se conservaba parte de la fachada de la calle de la Torre y una excavadora limpiaba el solar.

Desalojos

El desalojo de la Casa das Atochas se había producido porque la propietaria del edificio, la promotora Pérez Paz, denunció la okupación en cuanto tuvo conocimiento, ya que había adquirido la parcela para construir. Los propietarios acusaron a los okupas de un delito de usurpación, que desembocó en la puesta en marcha de la maquinaria judicial y finalmente se ejecutó el desalojo la mañana del 13 de abril con un amplio despliegue policial y sin que se produjeran incidentes reseñables.

El movimiento okupa, tras manifestarse contra la clausura por el centro de la ciudad, se recompuso y cuatro meses después tomaba el antiguo convento de la Oblatas en Santa Gema, donde también apostaron por un centro social okupado, bajo las premisas de convertirse en una «referencia social da loita anticapitalista, contra a especulación inmobiliaria, pola cultura libre e os espazos liberados». También de allí fueron expulsados el pasado marzo, tras tres años con una actividad que debido a su ubicación era menos conocida, aunque mantenían amplia difusión por Internet. En esa ocasión, para evitar la situación del primer desalojo, la Policía Nacional entró en el inmueble a primera hora de la mañana, cuando solo dormía allí una persona. Tras este segundo desalojo no se han vuelto a reproducir este tipo de okupación, con un carácter social, aunque sí en distintos barrios como viviendas particulares.