«Manolo, ¡tes un coche na horta!»

maría ballesteros SADA / LA VOZ

A CORUÑA

M.B.

Un vecino sufrió ayer el enésimo choque contra su casa, entre Oleiros y Sada

06 dic 2014 . Actualizado a las 10:11 h.

Manuel Rodríguez Pernas, un vecino de Sada que vive en el límite con Oleiros, confiesa que antes se enfadaba cuando un coche acababa estampado contra el cierre de su casa. Ahora ya se ha resignado. «¿Que lle vou facer? Xa non me enfado, menos cando é unha veciña, como hoxe», contaba ayer después de que un turismo que circulaba en dirección a Sada hiciese un trompo a causa de una mancha de gasoil en el asfalto y chocase contra la estructura metálica con la que cerró su finca hace tres meses, después de otro accidente.

«Ás veces chámame o veciño: Manolo, ¿non sentiches? ¡Tes un coche na horta!», relata este vecino, que nació hace 80 años en la misma casa donde ahora vive y que ha sido testigo de infinidad de accidentes, algunos de ellos mortales, cuyo lejano recuerdo prefiere no remover. «Isto foi sempre. A cada momento pasa. Non hai nada que facer», añade.

El de ayer no fue el primer siniestro que se produjo en ese tramo por la mañana. Una fuga de gasoil, procedente probablemente de una furgoneta de reparto o un camión pequeño, según la Guardia Civil, convirtió el límite de la carretera entre Sada y Oleiros en una pista de patinaje debido al efecto de la lluvia y a la pendiente de la carretera. En torno a las 9.30 horas, un vehículo todoterreno se salió de la vía, aunque pudo regresar a la calzada sin dificultad, según los testigos. Dos horas después, en torno a las 11.30, una vecina que conducía un turismo y a la que acompañaba su madre perdió el control del coche al tomar la curva, lo que provocó que el coche hiciera un trompo y que acabase impactando contra la propiedad de Manuel Rodríguez y quedando en sentido contrario al de la marcha.

Además de la Guardia Civil de Tráfico, operarios de limpieza se desplazaron poco después al lugar para limpiar la calzada, donde el propio tránsito de vehículos contribuyó a extender el combustible, según explicaron fuentes del instituto armado.

Aunque la causa ayer estaba clara, Manuel Rodríguez Pernas puede dar fe de que basta un poco de lluvia para que se produzcan siniestros. «Cando colles a curva e ves que o coche che vai de fociños, pisas o freo e, como estea un pouco mollado, váiseche», comenta este residente para explicar su teoría sobre la siniestralidad de este punto, donde existen varios bloques derribados junto a la acera que corresponden a choques registrados en los últimos meses. Pese a la resignación, Rodríguez Pernas espera que la Diputación, titular de la carretera, pueda poner al menos un quitamiedos ante su propiedad para reducir el peligro.