El Gobierno Militar empieza a convertirse en centro cívico

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Los trabajos deberán estar finalizados en marzo del año que viene

24 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El futuro del antiguo Gobierno Militar comienza a concretarse, y lo hace con presupuesto asignado y con una empresa trabajando ya en las obras para su remodelación. Solo afectará a una quinta parte de la superficie del inmueble situado en la Ciudad Vieja, pero es un comienzo después de años de planes y pasos administrativos que no se llegaron a materializar.

Operarios de la empresa Desarrolla Obras y Servicios, adjudicataria de la reconversión de las antiguas dependencias castrenses en centro cívico, accedieron ya al interior del inmueble para comenzar unos trabajos que deberán estar listos, según apunta el contrato firmado, antes de que comience el mes de marzo del año próximo.

Para entonces deberán estar reformados y en uso cerca de 700 metros cuadrados en la planta baja del viejo palacio, que servirán, además de como centro cívico, para albergar la sede de la asociación vecinal.

Las obras se adjudicaron a principios de este mes por 460.000 euros, unos 100.000 euros menos de los presupuestados inicialmente. Serán para la obra civil. A esa cantidad habrá que sumarle, cuando esté finalizado, el precio del mobiliario y puesta en marcha.

Desde su construcción en 1520, el inmueble conoció más de una veintena de usos y muchas reformas hasta convertirse en lo que hoy es. Pasó buena parte de su larga historia -desde el siglo XVII- en menos militares, hasta que en el 2009 estos se mudaron. El entonces ministro César Antonio Molina planeó convertirlo en un centro de estudios europeos que llegó a tener nombre, el Circe. La crisis y el cambio de Gobierno cerrarían esa vía.

El inmueble pasó de Defensa a Cultura, y de Cultura lo hizo este mismo año -al menos en parte- a manos municipales. Tras seis años deshabitado y sin uso, los pasos volverán a sonar en su interior en el 2015. Y esta vez no serán los de personal uniformado, sino los de los vecinos para acudir a actos culturales.