El san bernardo de Nós sale de la perrera, pero dejará Oleiros

maría ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

El perro ha pasado cuatro meses encerrado tras atacar a una empleada del hogar, suceso que se juzgará la próxima semana

19 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El dueño de Golfo, el san bernardo que atacó a decenas de perros y a varios vecinos de la urbanización oleirense de Xardín de Nós, acaba de recibir la licencia para la posesión de animales potencialmente peligrosos, un documento que le permitirá sacar a su mascota de las instalaciones del servicio de lacería del Consorcio de As Mariñas, ubicadas en Abegondo, a donde fue trasladado en el mes de julio tras herir a una empleada del hogar que acudía a trabajar a una vivienda de la urbanización de Nós.

El propietario del animal, Fernando Mosquera, tenía previsto acudir esta semana a recoger a Golfo, un macho de 76 kilos, pero su destino no será Xardín de Nós. Mosquera abandonó en las últimas semanas la vivienda que ocupaba junto a la urbanización con destino a otra casa en el municipio de A Laracha, a donde trasladará a Golfo, según confirmó esta semana.

La decisión supone un alivio para muchos de los residentes en el vecindario, que se confesaron atemorizados por los ataques que desde finales del año pasado protagonizó el animal, pero todavía no será el punto y final de la historia de Golfo en Oleiros. El san bernardo, que llegó a vivir con su pareja y dos cachorros en la finca de Nós, tiene todavía una cuenta pendiente, ya que su dueño volverá a ser juzgado la semana próxima por el suceso de julio, que además de provocar la captura del animal por parte de los laceros, llevó al Concello de Oleiros a exigir a Mosquera la obtención del permiso para la posesión de animales potencialmente peligrosos para poder recuperar a su mascota.

«Fue horrible. Lo pasé fatal y estuve quince días que me dolía todo», recordaba ayer la víctima de la agresión que, aunque interpuso su bolso para evitar que el perro le mordiese la pierna, sufrió moratones a consecuencia de las dentelladas del animal, que como en ocasiones anteriores se había escapado de la finca.