Viaje de lujo en un velero que cuesta 5.000 euros al día

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El «Intution», atracado en uno de los pantalanes del Real Club Náutico de A Coruña.
El «Intution», atracado en uno de los pantalanes del Real Club Náutico de A Coruña.

El «Intuition», con capacidad para ocho pasajeros, hizo escala en A Coruña

31 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El velero Intuition atracó ayer en uno de los pantalanes del Real Club Náutico de A Coruña. No es un barco cualquiera, ha sido construido para aquellas personas que tengan posibles.

Para navegar en el Intuition es necesario contar, al menos, con 5.000 euros diarios, porque eso es lo que cuesta alquilarlo, y además hay que tener otros ahorrillos para desplazarse hasta el puerto de Niza en la Costa Azul francesa, porque es desde ahí desde donde zarpa el lujoso velero. Y si se quiere contratar por una semana, el precio asciende hasta los 24.000 euros.

Pero eso sí, el Intuition está diseñado, por la afamada empresa Studio Strawinsken, con todo lujo de detalles, tanto en el área de navegación como en la zona de habitabilidad. En el puente cuenta con los equipos de la más alta tecnología del mercado, mientras que sus clientes podrán disfrutar a bordo de camarotes proyectados para las personas más exigentes.

El velero, construido en aluminio, tiene 24 metros de eslora y 6,5 de manga, y un palo de unos 25 metros. En su interior se distribuyen cuatro camarotes, decorados en madera de teca, que pueden acoger hasta ocho pasajeros. Además, en la popa tiene habilitada una zona de 20 metros cuadrados que se puede convertir en un garaje para deportes náuticos.

Atún en el Muro

Por otra parte, la costera del bonito 2014 no da para más, los pesqueros ya no dan con la especie en las aguas donde habitualmente faenan. Pero quien lanza el anzuelo siempre engancha algo, y fue lo que le ocurrió a uno de los barcos de la flota que dio con un cardumen de atún.

Los lances fueron buenos y su tripulación logró poner a bordo varias unidades de buen tamaño, ya que la mayoría pasaba de los 50 kilos, una envergadura que sirvió para que su precioso alcanzase los siete euros el kilo en la primera subasta de la lonja de A Coruña.