Aún queda la banda de la Nespresso

S. Acosta / E. Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La Policía ha desmantelado los grupos del Este que operaban en la ciudad, pero todavía queda esta banda local y determinar si hay algún clan más

30 oct 2014 . Actualizado a las 09:17 h.

La recientemente detenida banda del Este que operaba desde Barcelona y que saqueó más de un centenar de hogares coruñeses no es la única que ha contribuido a la oleada de robos y que ha tenido en vilo a toda la ciudad. El grupo formado por mujeres croatas también ha quitado el sueño a muchos vecinos, temerosos de que sus casas fueran desvalijadas, y lo mismo sucedió con la banda integrada por hombres georgianos. Todas ellas han sido detenidas, aunque muchos de sus integrantes ya gozan de libertad, pero aún queda por capturar a la banda de la Nespresso. Le han puesto este nombre porque este grupo local se caracteriza por llevarse una cafetera de esta marca de cada una de las viviendas que saquean.

La actuación de esta banda local es mucho más reciente que la de las de los extranjeros. De hecho, se le contabilizan una decena de asaltos, perpetrados a principios de mes. Cree la Policía Nacional que pudieron operar hasta tres grupos distintos de la misma banda y consideran que estos asaltos fueron «más obra de habituales que de profesionales», porque en sus operaciones se observaba una serie de rutinas, mecanismos de seguridad y pautas con el fin de realizar los hechos con las máximas garantías y de no ser descubiertos.

No eligen a las víctimas

Los inmuebles a los que acceden los eligen al azar, de forma improvisada y sin tener que hacer ni siquiera una selección de sus víctimas. Una vez elegido el portal, llaman al portero automático y se inventan cualquier disculpa para que alguien les abra. También pueden aprovechar la salida de cualquier vecino que no espera a que se cierra la puerta para entrar dentro del inmueble, indicaron fuentes próximas a la investigación.

Una vez dentro se quedan esperando en las escaleras hasta que oyen cerrarse una puerta. «Tienen muy en cuenta otro sonido, el que hacen las llaves al cerrar y si no escuchan ese chasquido su objetivo está claro», indica la policía. Además, no se suelen contentar con asaltar una única vivienda en cada edificio.

Pero la Policía Nacional no le achaca a esta banda todos los atracos que no se han imputado a los grupos ya detenidos. Indican, por ejemplo, que en el asalto al piso de Federico Tapia, donde el botín fue muy importante, los ladrones tenían conocimiento de lo que había en la vivienda y de los movimientos de los dueños de la casa. Para los agentes este robo tienen que ver más con algunos de los cometidos durante el verano, «como el perpetrado en la joyería Monforte», indicó la policía. En este caso, investigan si los mismos delincuentes que ya fueron detenidos y que ya están en libertad han podido reactivar los grupos o si es gente nueva que aún no está controlada.

Tres en prisión de doce

De un modo u otro, las investigaciones van dando sus frutos y poco a poco las bandas van cayendo, pero una cosa es la acción policial y otra la judicial porque de las dos primeras bandas capturadas en las que resultaron detenidas doce personas, solo quedaban tres en prisión a principios de mes. Por el momento, también están arrestados todos los integrantes de la banda- seis hombres georgianos y una española- a la que se le imputan más de cien asaltos. Se encuentran en Teixeiro en prisión preventiva después de que la Policía organizase una operativo conjunto entre A Coruña y Barcelona.

Otros delincuentes que están entre rejas son los que fueron interceptados por la Policía Local el pasado 21 de octubre tras cometer un atraco a mano armada en la Joyería Calvo, situada en la céntrica Rúa Nueva. La fortuna quiso que dos agentes locales estuviesen patrullando en la zona en el momento de producirse el atraco. A pesar de que los asaltantes pudieron huir del establecimiento, dos de los tres atracadores fueron detenidos momentos después y también se encuentran en la cárcel de Teixeiro. En su declaración ante el juez alegaron que se vieron forzados bajo amenaza de muerte a viajar a desde Estonia a A Coruña para asaltar el establecimiento y que detrás del robo está la mafia rusa, que fue quien les obligó a cometer el atraco.