El analista explicó, con su particular manera de analizar los datos económicos, las claves de la crisis
22 oct 2014 . Actualizado a las 21:28 h.Leopoldo Abadía tiene tirón mediático y también social. En la conferencia «Prohibido lamentarse: contra la crisis, actúa», organizada por el Ayuntamiento en la sede de la Afundación, hubo overbooking y personas con entrada quedaron fuera porque el aforo era únicamente de 280 plazas. Hubo malestar entre quienes no pudieron entrar a una conferencia que parecía un discurso de Gila en versión económica.
Abadía explicó, provocando muchas risas con comparaciones de andar por casa, cómo está la situación de España. Su discurso fue optimista: «Estamos en el buen camino. Aquí no manda ni Zapatero ni Rajoy, manda Merkel, gracias a dios», explicando que la salida vendrá de Europa.
Criticó la existencia de «sinvergüenzas a punta pala», en un discurso en el que también cuestionó la labor de bancos y políticos. Asimismo, remarcó que «lo menos importante es lo económico, sino la crisis de la decencia».
Abadía defendió el esfuerzo, tras explicar que su vida familiar con 12 hijos le llevó a estar 45 años en crisis, dijo que el trabajar «bien» está implícito en el trabajo y apuntó que la innovación se debe llevar a todas las esferas, desde la mercería a la pescadería.
Como conclusión final pidió a los «sensatos» tener «criterio, ser optimistas, no distraerse, entender lo que compra, trabajar bien, poner al día lo que se vende y poner al día el manual de instrucciones».
En el turno de preguntas, consideró «horroroso» el futuro de las pensiones teniendo en cuenta que se tienen menos hijos y «los viejos no se mueren ni a tiros». Aconsejó, si se tiene oportunidad, apostar por planes privados.