Atracan a punta de pistola una joyería en el centro de A Coruña

A CORUÑA

Cedido

Dos de los asaltantes ya han sido detenidos. Se llevaron un botín valorado en 150.000 euros

23 oct 2014 . Actualizado a las 02:04 h.

Ayer fue uno de esos días en los que la realidad superó la ficción. Las calles de A Coruña se convirtieron en un improvisado plató propio de una película de Tarantino. Con lo que no contaban los atracadores es que la ciudad estaba blindada por policías patrullando las calles y guardias civiles de paisano. Y todos ellos -ladrones y agentes- coincidieron en el mismo lugar y a la misma hora, en la conocida y céntrica joyería Calvo.

El asalto estaba planeado a las 11.30 horas de ayer. Y los ladrones sabían perfectamente cuál iba a ser su botín. Llevaban los instrumentos necesarios para cometer el robo, además de dos armas de aire comprimido. El objetivo era hacerse con una treintena de relojes de Cartier y de otras marcas de lujo en un tiempo récord. Todo ello valorado en unos 150.000 euros, según el cálculo aproximado que el propietario del local, Andrés Calvo, realizó ayer a ojo después del atraco, el tercero que sufre en tres años.

Eran tres los atracadores y entraron con gafas de sol, capuchas y gorros, tratando de evitar ser reconocidos por los clientes y los empleados que se encontraban dentro de la joyería: «Nos amenazaron con pistolas. Llevaban dos armas y nos mandaron tirarnos al suelo en inglés pero tenían acento de algún país del Este. En ese momento entró la policía y uno de ellos empujó al agente y lo tiró. Rompieron la puerta para salir y escaparon», explicó Cristina Santos, una de las clientas que estaba en la joyería en el momento del atraco.

Los ladrones se dividieron. Dos de ellos huyeron hacia la zona de San Andrés y un tercero en sentido contrario, hacia los Cantones y los jardines de Méndez Núñez. Y ahí empezó la acción con una trepidante persecución policial por el centro de A Coruña.

Los policías locales que habían entrado en la joyería persiguieron a dos de los atracadores hacia la calle Vista. Iban desprendiéndose de la ropa que llevaban encima para evitar ser reconocidos. En ese momento, Alberto García, un guardia civil destinado en Galdácano (Vizcaya) y que estaba de descanso en A Coruña, vio claramente lo que estaba pasando y trató de interceptarlos. Uno de ellos escapó pero el otro se quedó acorralado por el agente de paisano. Llevaba una pistola de aire comprimido en la mano y tras forcejear con el guardia civil, este logró reducirlo. Se le interceptó una bolsa de nailon con once relojes.

Cámaras de tráfico

Pero la persecución no terminó aquí. Y desde la sala de tráfico de la Policía Local no se perdió de vista al asaltante que acababa de escaparse. Se dirigió al paseo marítimo. Una vez allí bajó a la playa del Orzán con una bolsa y un maletín que escondió en el arenal. Liberado ya del botín, decidió sentarse en uno de los bancos del paseo haciéndose el despistado. Pero no engañó a nadie. Y un agente de la Policía Local que iba en bicicleta por el Orzán lo detuvo alertado desde la central policial. Se le interceptaron siete relojes de marca y distinto material que los ladrones usaron en el atraco.

Los detenidos, de 25 y 27 años y de Estonia, fueron trasladados al cuartel de la Policía Nacional en A Coruña, donde pidieron un intérprete para ser interrogados. La policía también localizó en una papelera varios útiles usados en el robo. El tercer atracador consiguió eludir la fuerte presión policial y al cierre de esta edición todavía no había noticias de su detención.