Arteixo se viste con pañuelo y sombrilla para revivir 1900

Elena Silveira
elena silveira ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

CESAR QUIAN

Miles de personas acudieron ayer a la primera jornada de la Feira Histórica, dedicada en esta edición a la moda

19 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada más cruzar el arco de la Feira Histórica Arteixo 1900, al visitante le invade el olor a las filloas y rosquillas recién hechas que venden las integrantes de la Asociación Cultural Faiscas. Uno avanza y las oye cantar de fondo: «O paxaro cando chove mete o rabo na silveira, así fai a boa moza cando non hai quen a quera». Entre aturuxo y aturuxo, las mujeres increpan al supuesto fraile de la barraca de al lado que vende chorizos, panceta, salchichón.. Y de frente llega un sastre con sus ayudantes, que se dedican a tomar medidas a todo aquel que se les cruza en el camino: ancho de espalda, contorno de cintura, pernera... «Calza ben, calza ben...» Y así cientos de detalles contribuyen a crear el ambiente de principios de siglo que inundará hasta última hora de hoy el paseo fluvial y el entorno del balneario.

La feria, que este año cumple su décimo quinta edición, está dedicada en esta ocasión a la moda. Y se nota, porque los vecinos se han volcado más que nunca en preparar sus trajes de época. Ayer, de hecho, había muchas pañoletas, chalecos, faldas largas, sombreros de paja, gorras y sombrillas de encaje entre el público. E incluso salieron a la calle familias enteras caracterizados a la perfección para pasear junto al río. Los talleres de juegos tradicionales, las actuaciones de baile y música o las demostraciones de bordado y confección también consiguieron sumergir al visitante en el Arteixo de 1900, algo que se repetirá hoy, a partir de las once de la mañana, cuando abran los puestos de la feria. Habrá exhibiciones de creación de artesanía con alambre, fieltro, de calceta y elaboración de instrumentos. También títeres para los más pequeños. Y, por la tarde, tomarán el relevo los artesanos del cuero, la tela, los instrumentos y la bisutería de plata. Los que acudan también podrán rescatar alguno de los libros purgados de la biblioteca municipal que no se llevó la gente ayer a su casa. «En tres horas voaron case todos. Trouxemos 450 libros e xa case non quedan», explicaba a media mañana de ayer el bibliotecario José Luis Alonso. Los de cocina, animales y de contenidos infantiles fueron los que más éxito tuvieron. «Aínda que en abril, cando saímos á rúa peonil, entregamos máis de 600 libros», recuerda.