Rescatada por sus hijos en Teixeiro tras una explosión e incendiarse su casa

Una mujer, de 75 años, salvó ayer por la mañana la vida de milagro tras una explosión y un incendio que dejó arrasada la parte baja de su vivienda, una casa unifamiliar, la número 34 de la calle Antón de Pepiño, en Teixeiro, en el término municipal de Curtis. La deflagración fue de tal magnitud que arrancó de cuajo la puerta trasera de la vivienda, no dejó un cristal entero y hasta desencajó el portalón del garaje, a unos diez metros de la cocina, en donde tuvo lugar la detonación.

El siniestro ocurrió alrededor de las diez y media de la mañana. El matrimonio acababa de levantarse. «Meu pai marchou a facer algunha cousa aquí, a un lugar próximo. Miña nai foi para ducha», contó uno de los hijos de la pareja. Pero cuando se encontraba en el baño la sorprendió un fuerte ruido, «e a auga empezou a saírlle fría», cuenta este hombre.

La señora salió de la ducha para observar lo que estaba ocurriendo, y lo que vio fueron unas enormes llamas que ya consumían su cocina y se extendían hasta el piso de la primera planta de la casa, de madera, y una nube de humo que casi no la dejaba respirar. «Era tanto o fume que non podía ver a porta da saída da casa, e decidiu subir para a planta superior e saír o balcón. Polo menos podía respirar», contó el hijo de la víctima.

Pero el fuego continuaba arrasando el piso de madera. Y la suerte quiso que, cuando más difícil estaba la situación de la mujer, una de sus nueras, que vive a unos treinta metros, saliera a la terraza de su piso y vio salir humo de la casa. «Avisou o seu home, a meu irmán, e a min. Xa case nin nos vestimos. Saímos os dous cara a casa dos papás e vimos a mamá no balcón. Entramos e estaba todo ardendo», una decisión no exenta de riesgo debido a la magnitud del incendio

Bomberos, GES y Guardia Civil

Lograron subir a la primera planta y llegaron hasta el balcón. «Ela estaba un pouco nerviosa, pero ben. Díxonos que respiraba ben», comentó el hijo de la mujer. La bajaron y la sentaron en una silla y la taparon con mantas que habían traído ya los vecinos.

Los dos hermanos comenzaron las labores de extinción del incendio. A los pocos minutos también llegaron al lugar los agentes de la Guardia Civil y el equipo del Grupo de Emergencias Supramunicipal de Curtis, que continuaron con los trabajos. Al poco rato llegaron los bomberos de Betanzos, logrando, entre todos, apagar el fuego y sanear los restos que amenazaban con desprenderse sobre las 12 horas.

La Guardia Civil de Curtis abrió una investigación para saber las causas de la explosión, pero todo apunta a que se debió a una acumulación de gas butano en la cocina, en donde está el calentador

Este aparato arranca al abrir el agua, «e tiña que haber algunha fuga de butano que se acumulou e a chispa do quentador fixo estoupar todo», indicaron fuentes próximas al caso.

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