La mujer paseaba con su actual compañero, una prima y dos niños más
26 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Declaró ante la Guardia Civil de Arteixo que los quiso atropellar, pero que se lo debió pensar mejor y frenó su furgoneta a escasos centímetros de sus víctimas. Aunque al bajar del vehículo los condenó: «Estades sentenciados, nos dijo», contó el denunciante.
Los hechos ocurrieron una tarde de finales del pasado mes de julio en la travesía de Arteixo. «Paseaba con mi pareja, con su hija, de 9 años, que también lo es del denunciado, con la prima y con dos niños más», relató esta fuente. Pasaron por delante del bar La Unión, donde se encontraba aparcada la furgoneta «sobre la acera, y él estaba en la puerta» del establecimiento. «Ni tan siquiera le dio las buenas tardes a su niña», indicó.
Fue la pequeña la que a los pocos minutos de pasar por la cafetería se puso a gritar. Giraron la cabeza «y vimos como la furgoneta se nos echaba encima, pero clavó los frenos y quedó a pocos centímetros de mi pareja», es decir de la exnovia del conductor. Pero su amenaza no se paró al frenar el vehículo. «Se bajó y empezó a gritar, a insultar a mi pareja, le llamó de todo», cuenta el denunciante, y les advirtió de que lo ocurrido no era el fin, que estaban condenados.
El denunciado también le recordó a su expareja que en un par de días tenía que recoger a la hija de ambos, haciendo efectivo el régimen de visitas dictado por un juez: «Vai vir comigo... Pero vaite despedindo dela, por se non a volves a ver», le espetó.
El actual novio de la mujer no aguantó más, «y me puse en el medio para rebajar la tensión que había en ese momento», contó. «Non sabes con quen te metes», le dijo el hombre mientras se dirigía a la furgoneta. El declarante se separó y le hizo varias fotos al vehículo, mientras le decía que iba a llamar a la Guardia Civil, «y a ver lo que opinan los agentes cuando vean la frenada que tuviste que dar».
Amenazas con una macheta
El individuo arrancó el vehículo y dio marcha atrás y comenzó a insultar de nuevo al grupo con la cabeza fuera de la ventanilla. «Perdí un poco la calma, me acerqué, y le abrí la puerta de la furgoneta y le dije que si era tan valiente que bajase», explicó.
El hombre se revolvió en el asiento, «cogió una macheta y la levantó para darme». Varios testigos separaron a los dos hombres. El conductor cerró la puerta del vehículo y se metió en el garaje, a escasos metros del lugar del incidente.
A los dos días del enfrentamiento se celebró un juicio rápido, «y un juez decretó una orden de alejamiento», comentó el denunciante. Ante esta situación, el hombre no pasa por el domicilio de su expareja a recoger a su hija, envía a familiares, «pero mi novia no la deja ir. Después de decirnos que estamos sentenciados, cómo va a permitir que la pequeña se vaya con él». Se trata de una decisión muy meditada por la mujer, «y no cambiará de opinión hasta que se celebre este nuevo juicio, donde pedirá que se cambien las medidas anteriores con respecto al régimen de visitas».
Pero el hombre no se queda quieto: «A mí me denunció por agresión, y en cada ocasión que no se le permite que se lleve a la pequeña nos presenta una demanda. Esto es un sinvivir».