Casi un año después de la cascada de accidentes que se saldó con dos víctimas mortales en la curva de Servisa, y tras muchas deliberaciones, la Demarcación de Carreteras, ha recurrido a una solución sorprendente para intentar combatir la siniestralidad en la zona: trazar una línea continua perpetua que impida el cambio de carril en los accesos a los hospitales y la conexión con el nudo de las Jubias. Fueron muchas las excusas que se pusieron para justificar los percances: la velocidad excesiva, los despistes... Pero lo evidente es que en el momento en el que se repuso el asfalto, la curva de Servisa recuperó adherencia y se acabaron los siniestros. Ahora, casi un año después, la solución adoptada por Fomento recuerda a Pepe Gotera y Otilio. En el fondo, la pintura es lo más barato.-