El nuevo Padre Rubinos deslumbra

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Las instalaciones sorprenden por la luminosidad y entran en uso mañana

02 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Blanca y luminosa. Así es la nueva residencia Padre Rubinos. Estas son las dos primeras características que llaman la atención de las edificaciones, que ocupan 15.882 metros cuadrados. Mañana, los pequeños de la escuela infantil estrenarán unas dependencias a cuya construcción y equipamiento la Fundación Amancio Ortega ha destinado 25 millones de euros. Óscar Ortega, responsable de la fundación, apuntaba ayer que esta acción se completará con otros tres millones destinados a la creación de un parque público en el entorno del centro y que servirá como área pública de ocio y descanso.

Las nuevas instalaciones ya están ocupadas al cien por ciento con 146 usuarios en la residencia de mayores y 95 plazas en la escuela infantil. Serán precisamente los escolares de 0 a 3 años los que estrenen mañana estas dependencias que, según recordaban ayer sus responsables, mantienen la idea inicial del fundador de la entidad, Antonio Rubinos Ramos: «Aquí está el servicio, el gran servicio que presta a la sociedad coruñesa con su casa abierta día y noche para recibir a todos, sin más instancias ni documentos que la propia necesidad e indigencia, que en muchos casos no admite trámites ni dilaciones...»

El nuevo albergue para transeúntes tiene 70 plazas para estancias cortas y otras 40 para reinserción. Este último es un programa novedoso que empezó a funcionar en las actuales instalaciones y que tiene como principal objetivo facilitar la inserción laboral, con una formación previa, a determinadas personas.

El albergue cuenta además con un comedor con capacidad para 165 personas, si bien el objetivo es que tanto en la comida como en la cena se puedan hacer dos turnos. Este albergue cuenta asimismo con un centro de atención continuada que estará abierto todos los días y que tiene capacidad para 77 personas.

Completan las instalaciones la residencia para las diez monjas, Hijas de la Caridad, que llevan décadas atendiendo a los usuarios de Padre Rubinos y para las que se ha construido una iglesia.

El diseño de la nueva sede es de la arquitecta Elsa Urquijo, que calificó la construcción como «arquitectura silenciosa, para que el espacio hable por si mismo». También apuntó que el color blanco del conjunto busca aportar más claridad al mismo, destacó la sostenibilidad que se ha aplicado en toda la edificación y la dignificación de la persona en toda ella.