La autopista es una carrera de obstáculos, pero el precio se mantiene
31 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Autoestradas de Galicia, la empresa gestora de la AG-55 entre A Coruña y Carballo, no cumple ni su propio lema. «Por autoestrada. Por Seguridade», pero estos días cuando los conductores circulan por la AG-55 no van por una autopista ni gozan de la seguridad de esas infraestructuras; pero aún así la compañía les cobra por un servicio que no presta.
Aunque se vendió como autovía, y por tanto gratuita, cuando la Xunta abrió la AG-55 resultó ser una autopista de pago. Hasta 2,5 euros tienen que desembolsar en la actualidad los conductores de un turismo por el privilegio de recorrer sus pocos más de 30 kilómetros entre A Coruña y Carballo, mientras que los infortunados pilotos de camiones de cuatro ejes y otros automóviles en la categoría de Pesados 2 tendrán que pagar la friolera de 4,95 euros por el mismo trayecto.
Pero mientras que las tarifas permanecen inamovibles, la calidad del servicio fluctúa. Tanto que la AG-55 es hoy una carrera de obstáculos de pago. No es una «autoestrada», como dice el lema. Entre el kilómetro 4,5 y 6 se desarrollan las obras del acceso al puerto exterior, que obligan a los conductores que van hacia A Coruña a pasar al sentido contrario, en el que se ha habilitado un carril con velocidad máxima a 60. Mientras, hasta mañana hay cortes en dirección Carballo a la altura de los kilómetros 19,7 y 21,5 por obras de asfaltado de la Xunta, que ha pedido «prudencia» a los conductores, ya que los trabajadores tienen que trabajar en la calzada, lo que desmiente la supuesta «seguridad» de la vía. Eso sí, la solicitud de prudencia no ha ido acompañada de supresión o rebaja alguna en la tarifa.