Las iglesias de la Ciudad Vieja ya están protegidas del tráfico

A Coruña / La VOz

A CORUÑA

Una nueva señal vertical en la plaza de Azcárraga prohíbe aparcar junto a la iglesia.
Una nueva señal vertical en la plaza de Azcárraga prohíbe aparcar junto a la iglesia. César Quian< / span>

Movilidad prohíbe aparcar en el entorno de la Colegiata y la de Santiago

22 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Ya no volverán a mancharse sus piedras con el hollín de los tubos de escape. El Ayuntamiento cumplió ayer lo prometido y protegió al fin de los automóviles el entorno de las iglesias de Santiago y la Colegiata, en plena Ciudad Vieja. Esa era una de las principales medidas de la primera fase del plan de peatonalización del casco histórico, que este lunes puso en funcionamiento la Concejalía de Movilidad que dirige Begoña Freire.

Ayer se instaló una señal vertical en la plaza de Azcárraga, en la esquina con la calle Santiago, que prohíbe el estacionamiento en uno de los laterales del templo, en el que durante años aparcaron coches sin que importase el valor patrimonial del mismo.

También se colocó otra indicación similar en Alfonso IX, en la calle Parrote, para evitar que se aparque en el otro lateral de la iglesia. De esa forma, el templo queda totalmente protegido de la presencia de vehículos.

La promesa de las autoridades municipales era evitar los daños a los inmuebles de valor patrimonial situados en el casco histórico, que llega «30 años tarde» a los procesos de peatonalización, como insistió el portavoz del gobierno local, Julio Flores.

Con ese objetivo de proteger los edificios, los técnicos de Movilidad ya instalaron en los pasados días una señal en la zona de entrada del jardín de San Carlos, que ayer ya estaba completamente limpia de automóviles.

Otro tanto ha ocurrido en la Colegiata, que por fin se ha librado de los vehículos estacionados entre sus contrafuertes, que aún presentan numerosas marcas de la presencia de coches, además de manchas de hollín y aceite en las losas de piedra que la rodean.

Mientras tanto, en el resto de la Ciudad Vieja siguen aumentando el número de automóviles que aparcan con tarjeta de residente mientras descienden los que estacionan de forma irregular. Algunos de los reincidentes, que habían sido advertidos de que se les sancionaría, parecen haber aprendido la lección de una vez. Hace dos días los agentes que patrullan la zona se encontraron que había dejado un mensaje escrito en un folio que adornaba el salpicadero de su coche. Decía algo parecido a «Por favor, no me multen otra vez. Hoy es el último día que aparco aquí».

La segunda parte del plan de peatonalización se pondrá en marcha el año que viene e implicará la limitación total de circular por la Ciudad Vieja de todos los automóviles excepto los de residentes.