Boedo se prepara para repartir 900 kilos de cigalas

Maruja Campoviejo

A CORUÑA

MARÍA CARUNCHO

22 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Ya está todo listo para uno de los grandes eventos del verano: la macrocigalada de Boedo, mañana a partir de las 20.30 horas. 900 kilos de cigalas -unos bichos con una pinta estupenda y de un tamaño más que respetable- han puesto rumbo hacia esta pequeña localidad de apenas un centenar de habitantes que cada agosto congrega a miles de personas alrededor de sus planchas. «Este año hemos comprado una plancha de cinco metros de largo de la que pueden salir 50 raciones de golpe. Es que con las otras doce planchas de metro y medio no dábamos abasto», me cuenta José Luis Villamisar, que ayer se presentó en el puerto con Eduardo Rodríguez -que fue quien tuvo la idea, hace diez años, de cambiar el manido churrasco por las cigalas- y con otros miembros de la comisión de fiestas para empezar a recoger esos casi mil kilos de delicioso crustáceo. Las raciones, de once piezas, estarán a 12 euros, pan y vino incluidos. Aprovechando el décimo aniversario tirarán la casa por la ventana, y entre los asistentes se sorteará un bono para asistir a los partidos del Dépor esta temporada, entre otras sorpresas. ¿Cómo se llega a Boedo? «Ahora con la tercera ronda estás allí en un cuarto de hora. Coges la salida siguiente a Alvedro y después el segundo desvío a Boedo. O puedes seguir el aroma que desprenden las planchas», aseguran.

Diplomas estivales

Cientos de estudiantes procedentes de países de Europa, América y Asia, y de la Universidad de A Coruña terminaron ayer la primera edición del curso International School Summer, organizado por la UDC. El rector de la Universidad, Xosé Luis Armesto, agradeció, durante el acto de clausura, la organización y colaboración de todos los allí presentes.

Buena cosecha

El enólogo José Manuel Martínez Juste presentó en el restaurante Manolito las nuevas añadas de Quinta de Couselo, vino blanco de O Rosal, dentro de la denominación de origen Rías Baixas; Finca Viñoa de la de Ribeiro y la primera cosecha de Réquiem, vino de la Ribera del Duero, fruto de un ambicioso proyecto del distribuidor y bodeguero gallego Adolfo González Pino. Durante la cena, a la que asistieron cerca de un centenar de personas entre sumilleres, distribuidores, prensa especializada y clientes, Martínez Juste fue explicando las características de los vinos que combinaban perfectamente con el menú que ofreció el propietario del restaurante, Manuel Souto, así como las peculiaridades de cada bodega.

Café en la playa

El mundo del café es tan amplio como el de los buenos vinos. Así lo demostraron ayer en el restaurante Tira do Playa, en Riazor, la gente de Café Candelas, que organizaron una jornada de degustación de diferentes productos elaborados con sus cafés. Refrescantes cremas heladas y cócteles además de las nueve variedades de café que tiene la marca, hicieron las delicias de los que por allí pasaron.