A Coruña, un escenario de cine

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Un momento del rodaje de «El invasor» (2012) en la plaza de Mina.
Un momento del rodaje de «El invasor» (2012) en la plaza de Mina.

El rodaje en la ciudad de «El desconocido» refresca su memoria fílmica

19 ago 2014 . Actualizado a las 18:50 h.

Desde la proliferación de productoras fuera de Madrid y Barcelona, cada vez es más frecuente ver A Coruña en películas. La última prueba está reciente: el domingo se rodaba en el centro de la ciudad El desconocido con Luis Tosar y Goya Toledo como estrellas. Sin embargo, hubo un tiempo en el que retratar la ciudad en la gran pantalla suponía algo totalmente excepcional.

Además de firmar el acta fundacional del cine en España, con las filmaciones de José Sellier en 1897- Fábrica de gas, Orzán, oleaje y Plaza de Mina-, A Coruña dio un salto de gigante en el séptimo arte con Camarote de lujo (1957). Dirigida por Rafael Gil y basada en una novela de Wenceslao Fernández Flórez, recoge diferentes localizaciones coruñesas. El rodaje aún se recuerda en la memoria colectiva. Como atestigua Carlos Fernández, las escenas del muelle Calvo Sotelo frente al edificio de los Prácticos fueron presenciadas por miles de coruñeses, que se convirtieron así en improvisados extras. En abril se proyectó en el Teatro Colón dentro del ciclo sobre la influencia de Flórez en el cine.

Otro de los hitos se encuentra en La familia y uno más (1965) de Fernando Palacios.

Ahí Alberto Closas visita lugares como el Parrote o la Marina, se hospeda en el Hotel Finisterre y, en calidad de aparejador, visita las obras que se estaban realizando en el germen de los Castros. El éxito de la saga hizo que toda España pudiese ver la belleza de la ciudad en todo su esplendor con unas escenas de factura impecable.

En los setenta llegaría Volvoreta (1976) de Nieves Conde. También inspirada en un texto de Fernández Flórez, cuenta con la participación de Amparo Muñoz en su momento de máximo esplendor. La cámara se introduce por los jardines de San Carlos, parte de la Ciudad Vieja o la plaza de María Pita. También en muchas escenas de interiores.

Dos taquillazos

Un par de filmes míticos en el último cine nacional poseen toque coruñés. Uno,Todo sobre mi madre (1999), falso. El filme de Almodóvar apela a un Hospital Provincial de A Coruña que no, no es el Chuac, sino otro centro con el letrero ad hoc. Sin embargo, Alejandro Amenábar sí que hizo que Mar adentro (2004) tuviera parte del metraje en la plaza de Galicia y el TSXG, fidelizando el argumento original de la historia de Ramón Sampedro.

Además de estos títulos, la filmoteca herculina resulta lo suficientemente amplia como para que una enumeración exhaustiva resulte inviable. Se pueden señalar en los años noventa, entre otras, Blanca Madison (1999) de Carlos Amil o Finisterre, donde termina el mundo (1999) de Xavier Villaverde. Esta última con partes rodadas en la discoteca Punto 3 en donde una jovencísima Elena Anaya hacía de gogó.

Con el cambio de siglo se produce el bum. El Regalo de Silvia, León y olvido, Agallas, O Lapis do carpinteiro, El año de la garrapata, Diario de un skin, Cuando vuelvas a mi lado, El invasor y un extenso etcétera que sigue sumando. Ahora es Dani de la Torre el que escribe el último capítulo.