El Concello exige la licencia de animal peligroso para devolverlo a su dueño
14 ago 2014 . Actualizado a las 10:08 h.Golfo, el san bernardo que durante meses atemorizó a los vecinos de la urbanización oleirense de Xardín de Nós, vive ahora en la perrera. El Concello de Oleiros advirtió a su propietario de que, en caso de un nuevo incidente, los laceros se llevarían al animal y así ha ocurrido. El perro, de 76 kilos, lleva un mes en la perrera que gestiona el Consorcio As Mariñas y no saldrá de allí hasta que su dueño disponga de licencia para poseer un animal potencialmente peligroso.
El suceso que motivó su captura ocurrió, según los vecinos de la urbanización, a principios de julio cuando a primera hora de la mañana dos mujeres se dirigían a trabajar por el camino lindante con la finca donde entonces vivía el san bernardo junto a otro ejemplar hembra. Como ocurrió en otras ocasiones, Golfo salió de la parcela sorteando el cierre vegetal y atacó a una de las mujeres. «Por suerte llevaba un bolso grande a la altura de la cadera y fue ahí donde el perro le echó la boca», explicaba ayer una de las residentes de la urbanización. El suceso motivó la intervención de la Guardia Civil y de los laceros, que trasladaron al can a la perrera del Consorcio.
Fuentes del ente supramunicipal confirmaron que el san bernardo lleva desde principios de julio encerrado y que continuará así mientras el propietario no disponga de autorización para poseer un animal que el Concello de Oleiros declaró potencialmente peligroso, no por su raza sino por los ataques protagonizados en los últimos meses.
Gastos de manutención
El dueño de Golfo, quien declaró que su perro solo ataca a otros canes, lo que ha sido desmentido por los hechos, está abonando las tasas por la manutención del animal en las instalaciones del Consorcio, según confirmó el organismo.
Vecinos de la urbanización Xardín de Nós creen que el dueño del san bernardo ya no ocupa desde finales del mes pasado la vivienda de la que se escapó el animal de forma reiterada. Allí se había trasladado el pasado otoño desde A Coruña para disponer de una casa adecuada para Golfo y Niebla, una pareja de ejemplares originarios de Suiza, donde su dueño estuvo emigrado.