Pocos como él conocen la realidad política de esta parte de la provincia. Hoy trabaja como asesor para varios alcaldes
09 oct 2016 . Actualizado a las 21:21 h.Además de por su formación académica -es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la UNED, además de diplomado en Sistemas Políticos Contemporáneos por la USC-, Francisco Martínez (París, 1967) conoce los secretos y movimientos de la política por su labor diaria como asesor de partidos, empresas y varios alcaldes en la comarca coruñesa, así como su etapa de concejal del Partido Popular en Betanzos. -Trabajó con Manuel Fraga entre el 2003 y el 2005. ¿Le marcó? -Mi trabajo era muy secundario, casi terciario. Mi aportación era muy humilde. Claro que me marcó, una personalidad como la de Manuel Fraga es irrepetible. Es el gran político de la segunda mitad del siglo XX, además del creador del partido de centro derecha español. Aunaba la capacidad de gestión y la capacidad para crear y hacer crecer un partido. -¿Hay líderes en la política gallega hoy en día? -Sí. -¿Con carisma? -Bueno, sí, ahí está Xosé Manuel Beiras. Y también, poco a poco, lo está labrando Núñez Feijoo. Pero claro, Beiras lleva un recorrido mayor. -¿Quién es para usted un líder en la comarca? -Para mí es el alcalde de Oza-Cesuras, Pablo González Cacheiro. Si me dejas matizar, diré un líder potencial, y me explico: acaba de irrumpir en la política desde la empresa privada, lleva apenas tres años como alcalde y en solo su primer año ha conseguido la única fusión municipal durante la democracia en España, todo un hito. Además, tiene una buena formación como economista. -Usted vivió esa unión municipal como testigo directo. ¿Cómo fueron los días previos a la noticia? ¿Cómo consiguieron guardar el secreto? -Yo veía mucha fluidez y muchas reuniones entre el alcalde de Oza dos Ríos y el presidente de la Xunta. Y, hombre, Oza no dejaba de ser un municipio de 3.500 habitantes. Obviamente algo había. El alcalde me lo confirmó minutos antes de que Feijoo lo anunciase en el Parlamento. En ese proceso fue clave la discreción y el compromiso con la palabra dada. -¿Prevé más fusiones? -Los políticos se resisten, pero la realidad económica manda ir en esa dirección. Ahí están los ejemplos de Dinamarca, Alemania, Francia... Es el camino razonable. Otra cosa es qué hacer con las élites políticas. -El desfile de políticos imputados ante los juzgados, ¿motivará una gran abstención en los comicios del 2015? -Más que una abstención, que sí preveo que sea alta, lo que va a generar sobre todo es el trasvase de votos a nuevas opciones alternativas. -Usted también trabajó con María Faraldo, con quien fue concejal del PP en la oposición. ¿Como valora su fin político? -Lo del final aún está por ver. Creo que fue la mejor alcaldesa de Betanzos. Su dimisión ha sido un ejercicio de responsabilidad política y dignidad personal. -¿Le ve larga vida a Podemos? -Por ahora sí. Mientras no alcancen el poder, sí. Pero creo que ya son casta. -Tras un proceso centrífugo en el nacionalismo, ahora las siglas invitan a una candidatura única. ¿Ve factible un acuerdo global con el BNG incluido? -Si me permites te responderé con una frase de don Manuel: «La política hace extraños compañeros de cama». Veremos qué impera. Si gana el sentido práctico o los resquemores. Al fin y al cabo, todos son nacionalistas y de izquierdas y por una cuestión de pragmatismo les sería más útil la unión, a mi juicio. -¿Prevé alguna sorpresa en las elecciones municipales? -Pregúntamelo el 26 de mayo: los politólogos somos muy buenos pronosticando el pasado.