La altura de la chimenea de Sabón condiciona los trabajos de derribo

Pablo Barro ARTEIXO / LA VOZ

A CORUÑA

Se emplearán hasta tres técnicas para eliminar sus 200 metros de hormigón

06 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La torre de la central térmica de Sabón, con sus doscientos metros, es la construcción más alta del área metropolitana coruñesa y una de las que más se eleva sobre el suelo de toda Galicia. Sus enormes dimensiones y su situación dentro del complejo de la empresa Gas Natural Fenosa limitan las posibilidades para acometer los trabajos de desmontaje. Esta circunstancia obliga a los encargados de llevar a cabo este proceso a estudiar detalladamente la manera en que se va a ejecutar.

Según apuntan desde la propia empresa, la opción más plausible pasa por desmontar la gran chimenea en tres fases diferenciadas. La primera de ellas consistiría en demoler la parte más elevada, en la que el hormigón tiene un espesor menor, valiéndose para ello de martillos picadores, cizallas o mordazas. Los trabajos se tendrían que acometer desde una plataforma que rodee el fuste, que iría descendiendo a medida que los trabajos fuesen avanzando. Con esta técnica se retirarían aproximadamente los cincuenta últimos metros de la infraestructura.

El siguiente tramo de chimenea se retiraría cortando el conducto de evacuación de gases de la vieja central de fuel en secciones con un hilo diamantado. Cada uno de los trozos del fuste se bajaría al suelo con una grúa de gran tonelaje. Este método permitiría desmontar otros 100 metros. Los cincuenta metros restantes, en los que el fuste tiene una consistencia mucho mayor, se puede ejecutar con máquinas desde la cota del terreno.

Todos estos trabajos generarán una gran cantidad de escombros que la empresa se encargará de segregar, de tal manera que los metales se puedan recuperar como chatarra y el hormigón, después de ser sometido a un proceso de machaqueo, como árido.

La chimenea de Sabón tiene los días contados desde que se aprobó la directiva europea de grandes instalaciones de combustión, que establecía que las centrales que no invirtiesen en contaminar menos deberían cerrar antes del próximo año. Gas Natural Fenosa, propietaria de la instalación, decidió entonces apostar por un ciclo combinado de gas que reducía las emisiones a la tercera parte.

Resto de instalaciones

El proceso de desmantelamiento previsto por la compañía para dar cumplimiento a la directiva europea implica también otras actuaciones. Lo primero que se retirará serán los equipos, tales como motores, bombas, depósitos o calentadores, empezando por los que se encuentran en el exterior y siguiendo por los del interior de los edificios de la antigua central. Seguidamente, los trabajos se centrarán en el desmontaje de las estructuras metálicas que soportan todos estos equipos para, finalmente, acometer la demolición del resto de elementos de obra civil, incluidas las chimeneas.

Muchos de estos trabajos no serán perceptibles para los curiosos que se acerquen al entorno de la central aunque, obviamente, sí que tendrá un enorme impacto visual la desaparición de la chimenea. Pero, además de esta estructura, habrá otras actuaciones comprendidas dentro del plan de desmantelamiento que se podrán apreciar a medida que avancen los trabajos. En este grupo podemos incluir las labores de desmontaje de las tuberías exteriores y de la estructura de la caldera. Para retirarlas, se cortarán y se bajarán a la cota del terreno con ayuda de grúas. El mismo procedimiento se empleará para retirar las estructuras de las calderas. Eso sí, para que las grúas puedan actuar, previamente habrá que liberar espacio en el entorno de las calderas.

Debido a la complejidad de las labores a desempeñar, los trabajos podrían alargarse durante varios meses hasta que la chimenea y todo lo que tiene que ver con la central térmica de fuel desaparezca definitivamente.