Una vecina de Oleiros denuncia el mal estado del enlace entre la Ártabra y Mera
29 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.María Antonia de la Peña, vecina durante el verano de Maianca, hace años que reclama a la Diputación que mejore la seguridad de los peatones en la carretera que baja desde este núcleo hasta Mera, donde no hay aceras y los arcenes están llenos de maleza, pero lo que ha colmado su paciencia es haber avisado un año más -y sin éxito- de que los márgenes de esta vía, la DP-5815, resultan intransitables y leer como el presidente del ente, Diego Calvo, presumía en La Voz de las cuentas provinciales.
«Fastidia mucho que el presidente de la Diputación salga presumiendo de que no están en números rojos, cuando no están cumpliendo con los ciudadanos. Cuando leí la entrevista, me hirvió la sangre», asegura esta profesora jubilada, quien se ve obligada a coger el coche a diario para recorrer poco más de un kilómetro entre su casa de verano y Mera. Todo por no «jugarse la vida» por una carretera que sirve además de enlace con la vía Ártabra y a donde los coches entran a bastante velocidad. «Lo de la Diputación es como si en una casa presumen de que llegan a fin de mes porque solo comen pan a diario», comenta esta vecina en referencia a las declaraciones de Calvo en las que aseguraba que la coruñesa era la única Diputación de España «sin un euro de deuda».
Promesa de aceras
María Antonia de la Peña recuerda que hace tres años, cuando llamó a la Diputación reclamando una solución para la carretera, que corresponde a la calle Curros Enríquez en el callejero oleirense, le aseguraron que existía un proyecto para crear aceras, y a día de hoy ni las zonas de paso para peatones están construidas ni los márgenes están limpios. «La última vez que llamé, hace una semana, el ingeniero con el que hablé acabó reconociendo que la limpieza aún no estaba contratada. ¿Cuándo van a limpiar? ¿Cuando sea invierno?», se pregunta esta residente.
El estado de la carretera es también un peligro, según María Antonia para los conductores, ya que debido a la estrechez de la vía difícilmente pasan dos vehículos sin detenerse.