La inscripción en la iglesia de Betanzos podría no ser gaélico

p. barro / t. silva BETANZOS / LA VOZ

A CORUÑA

Expertos apuntan que podría tratarse de una piedra invertida, aunque no se aventuran a interpretar lo que pone

24 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las piedras de la iglesia de Santiago de Betanzos llevan siglos a la intemperie, pero hacía ya tiempo que no se hablaba tanto de ellas. El motivo de que vuelvan a estar en boca de todos es una inscripción en uno de los contrafuertes del ábside central del templo. Investigadores y lingüistas del Proxecto Gaelaico, una iniciativa privada que lleva años investigando el sustrato celta en la lengua y la toponimia del territorio gallego, han expuesto su tesis sobre la inscripción, a la que atribuyen un origen gaélico.

El director del Proxecto Gaelaico, Martín Fernández Maceiras, comenzó a estudiar el bajorrelieve hace cosa de tres años. El pasado lunes, junto con el profesor de la Universidad de Stanford, el californiano James Duran, que colabora en este proyecto aportando sus conocimientos sobre lenguas minoritarias, presentaron sus conclusiones. Según apuntaron, en la piedra, a varios metros de altura sobre el suelo, se puede distinguir la inscripción «A?Galtacd», cuyo significado es «zona de habla gaélica». No se trata, pues, de un epígrafe de temática religiosa, lo que a algunos les hace dudar de la verosimilitud de esta teoría, al tratarse de una piedra que forma parte de un templo románico.

Desde que dieron a conocer el descubrimiento, han sido muchas las voces discordantes. La mayoría de ellas apuntan, en primer lugar, a que se trata de un sillar colocado del revés, algo más frecuente de lo que muchos puedan pensar. En caso de que así fuera, el texto estaría incompleto. Hay quien, en esa posición, logra diferenciar perfectamente tres de los cinco caracteres, que corresponderían con las letras A, D y A. Las dos primeras no están tan claras. Así lo ve por ejemplo el cronista del municipio coruñés de Cedeira, Rafael Usero, para quien los caracteres son los típicos latinos del siglo XIV. Otra posibilidad a la que apuntan las voces críticas es que se trate de una piedra reutilizada, ya sea por un fallo del cantero o por la rotura de la original, aunque pueden ser muchas otras las causas.