Una familia de feriantes ocupa un chalé de un banco en A Zapateira

m. ballesteros CULLEREDO / LA VOZ

A CORUÑA

La vivienda, primera por la izquierda, se anuncia en una web inmobiliaria como propiedad embargada.
La vivienda, primera por la izquierda, se anuncia en una web inmobiliaria como propiedad embargada. paco rodríguez< / span>

Entraron por la puerta del jardín y trasladaron enseres y varios colchones

19 jul 2014 . Actualizado a las 17:22 h.

Un familia dedicada a la venta ambulante entró ayer al mediodía en una vivienda de la urbanización Vallesur, en A Zapateira, tras forzar la puerta del jardín y se instaló con sus enseres a lo largo del día sin que los vecinos, la Policía Local de Culleredo, la Guardia Civil ni el banco dueño de la propiedad, Bankia, pudiesen hacer nada para impedirlo.

«A las doce de la mañana, han entrado con todo el morro. Se les ha dicho que no era su casa, pero nada», relataba ayer uno de los vecinos, quien precisó que los ocupantes, una pareja con un niño de 9 años, saltaron la valla y utilizaron una pata de cabra para acceder por la puerta del jardín. Poco después, se presentaron en el lugar agentes de la Policía Local de Culleredo y de la Guardia Civil, a quien la familia ocupante aseguró que estaba viviendo en la casa.

Los testigos aseguran que la pareja de comerciantes estaba informada de que la vivienda había sido embargada y pertenecía al banco. «Nos enseñaron por el teléfono una página web que debe de ser de okupas, con viviendas de bancos», explicó uno de los residentes. También parecían tener claro que nadie podrían echarlos, ya que tras la visita de la Guardia Civil y la Policía Local, que no pudieron intervenir debido a que no existían entonces denuncia alguna, los ocupantes de la casa se ausentaron durante varias horas, lo que hizo pensar a los vecinos que tal vez habían desistido de su intención de habitar el chalé, que tiene una superficie de 268 metros cuadrados, dispone de cuatro dormitorios y tres baños y está a la venta por cerca de 250.000 euros.

Las esperanzas de los más optimistas se vieron truncadas pasadas las cinco de la tarde, cuando la pareja volvió en el mismo coche en el que se había ido, pero esta vez con dos colchones y acompañados de otro vehículo, una furgoneta. «Me encanta esta casa. Hasta tenemos baño», oyó comentar un testigo. Junto a la pareja se instaló también en la casa una adolescente y una mujer de edad avanzada. Tras introducir varios enseres en la casa, la furgoneta, que conducía un joven, abandonó el vecindario.

Durante la tarde, agentes de la Policía Local volvieron a personarse en el lugar, tras recibir decenas de llamadas durante todo el día de residentes en la urbanización. Fuentes del Concello de Culleredo precisaron que el cuerpo no tiene potestad para intervenir en este caso.