«Me robaron las rejas de las ventanas a las cinco de la tarde»

maría ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

Daños causados en una ventana.
Daños causados en una ventana.

Una vecina de Oleiros ha tapiado puerta y ventanas de una casa de su propiedad tras sufrir un robo a plena luz del día

08 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Con total impunidad y sin esperar a la noche. Así actuaron los ladrones en la vivienda de una vecina de Perillo, en Oleiros, de la que se llevaron las rejas del exterior a plena luz del día y sin que nadie alcanzase a ver cómo ni quién lo hizo. «Yo salí de casa con mi hijo, que tenía rehabilitación a las cinco de la tarde, y no eran las seis cuando me avisaron de que se habían llevado las rejas de aluminio. Debió de ser a las cinco y pico», cuenta la propietaria de la vivienda, Geni Sánchez Garrido, que sufrió el robo el pasado día 30.

La casa está ubicada en el número 1 de la avenida de Valle-Inclán, al pie de la acera y a muy pocos metros de la residencia habitual de esta vecina, que utiliza habitualmente ambos domicilios. «Podía haberme coincidido a mí dentro si estuviese con las gallinas», comenta la denunciante, que además de perder el enrejado de las ventanas, que valoró ante la Guardia Civil en 200 euros, tuvo que afrontar los daños causados en la fachada de la casa, donde los ladrones rompieron cristales y arrancaron parte del marco exterior, lo que la hace sospechar que pudieron utilizar un coche para extraerlo.

Tapiado de huecos

Tras el robo, Geni y su familia decidieron buscar una solución definitiva y, al día siguiente, tapiaron todos los huecos de la fachada de la casa que dan directamente a la calle para evitar nuevas sustracciones. Sobre las circunstancias del suceso, siguen mostrando sorpresa. «Dicen que de día tienen menos peligro porque pueden pasar por obreros. Parece que no necesitan más de diez minutos para llevarse esto», comenta esta vecina, quien también tuvo que optar por tapiar otra propiedad, también en Perillo, para evitar que fuese ocupada.

En este caso fue en la avenida Rosalía de Castro, en una casa que se encuentra deshabitada, donde los ocupantes rompieron la entrada principal y llegaron a instalar enseres antes de que los accesos fuesen tapados.