Atribuye las falsedades del niño al odio que le profesa su expareja, al tiempo que califica de «perfecta» su relación con el menor
04 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El acusado de abusar de su hijo menor de edad en Miño indicó hoy en sede judicial que el pequeño «inventa» los hechos azuzado por el «odio» que siente su madre hacia el progenitor, C.?C.?F, al que se le imputa un delito continuado de agresión sexual, violación en grado de tentativa y la utilización de un menor para elaborar material pornográfico. La Fiscalía solicita por ello 27 años de cárcel, mientras que la acusación particular, ejercida por Ramón Sierra, eleva dos años la pena y exige además 500.000 euros en concepto de indemnización.
En el juicio oral celebrado ayer en la sección segunda de la Audiencia Provincial, el acusado ha negado los hechos y ha calificado de «perfecta» la relación con su hijo. «Me quería con locura y lloraba cuando se tenía que ir con su madre», a lo que añadió que «el niño inventa». Este exceso de imaginación del menor lo atribuye el acusado al odio que le profesa su exmujer. «Su madre me odia y no me puede ver delante». «Me quiere joder la vida», apuntó. En su versión de los hechos, negó también que hubiese hecho fotos al menor cuando este estaba desnudo, salvo las habituales de pequeño en la playa, que realizase ningún tipo de abuso sobre él o que visionase con el pequeño imágenes de contenido pornográfico.
El pequeño, que testificó desde una sala contigua, señaló que su padre y un ex socio de este le hacían fotos y le obligaban a desnudarse, posar y tocarse. Reconoció también haber visto «más de una vez» películas pornográficas en el ordenador de su padre y que los abusos se produjeron también mientras sus padres aún estaban juntos. No obstante, el menor afirmó haber visionado también material pornográfico en compañía de uno de los hermanos de la madre del que, dijo, «estaba un poco de la olla», extremo que fue posteriormente desmentido por la madre. Si no denunció antes los hechos fue, según señaló, porque su padre amenazaba con pegarles a su madre y a él «y hacía el gesto de pasar el pulgar por el cuello».
En el transcurso de su intervención, la madre del menor dijo no sentir odio hacia su exmarido, sino que simplemente «no hay relación». Afirma, eso sí, que tenía miedo de que a su hijo «le siguieran pasando cosas allí» y que si por ella fuese, «no le dejo ver más al niño».
El origen, en las fotos
La madre descubrió los supuestos abusos a través de unas imágenes que aparecieron en la tarjeta de la vieja cámara de fotos familiar. Sin embargo, la Guardia Civil no pudo certificar el origen de las mismas, ya que las recibieron en un soporte diferente. Las imágenes fueron el motivo original de las denuncias hasta que, por las actitudes y testimonios del menor, la expareja fue conociendo el resto de delitos que se le imputan al acusado.
El juicio proseguirá mañana en la Audiencia Provincial de A Coruña con la declaración del resto de testigos. Será también entonces cuando las partes presenten las conclusiones y quede visto para sentencia.