Guerra de color en Miño

Toni Silva MIÑO / LA VOZ

A CORUÑA

Los vecinos volvieron a concentrarse en la playa ante la atenta mirada de la Guardia Civil.
Los vecinos volvieron a concentrarse en la playa ante la atenta mirada de la Guardia Civil. CÉsar Delgado< / span>

Por segundo día, los vecinos intentan paralizar la reposición de arena gris en la playa. Costas dice que con el sol cambiará

30 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Nunca la playa Grande de Miño había vivido un invierno tan agitado. A las acometidas de los temporales que devoraron toneladas de arena y un buen trozo del paseo marítimo, así como unos apartamentos de postal, se ha sumado ahora que el arenal se ha convertido en un lugar de lucha y resistencia por parte de los vecinos, disconformes con el remedio escogido por la Administración para sanar la playa. Aunque lo que verdaderamente ha soliviantado a la población local es una mera cuestión cromática, la arena gris que estos días se reparte en este kilómetro largo de playa. Ayer unos cincuenta vecinos volvieron a citarse ante las máquinas para impedir que esparcieran lo que consideran un ultraje a una de las referencias estivales de la comarca. De nuevo la Guardia Civil y la Policía Local intervinieron para desalojar de un arenal acordonado «a toda persona ajena a las obras». El impacto es más visual que táctil. En las zonas en que se juntan ambos colores -dorado y gris-, el resultado chirría, con la sensación de que la arena autóctona está siendo invadida por una especie de cemento. Mas al contacto con la mano, los áridos invasores no desprenden ningún tipo de polvillo, como el caolín que tiñó de blanco la bahía de Riazor.

El responsable de la Demarcación de Costas en A Coruña, Rafael Eimil, no ocultó ayer su sorpresa en los micrófonos de Radio Voz por la reacción popular. «La arena -procedente de punta Langosteira- es de una calidad excepcional, y se va a hacer más clara en cuanto contacte con el sol, es una arena ideal para regenerar playas». Eimil avisó de que este arenal no estará completamente regenerado hasta dentro de dos o tres años, «y eso si en el próximo invierno no se repiten los temporales».

Pero en la misma emisora recibió la réplica de la concejala socialista Catalina Morado. «No discutimos la calidad de la arena, damos por hecho que es buena, pero la playa Grande de Miño se define por su arena dorada y fina, es su seña de identidad y con esta aportación de 50.000 metros cúbicos perderá su color», indicó. La polémica del color de los áridos continuará en los próximos días. De momento, los que se concentraron ayer anunciaron una nueva convocatoria en el mismo lugar mañana a partir de las once.