Si uno de los elementos identificativos de la Rosaleda son las rosas, otro es la estatua de Aureliano Linares Rivas (Santiago, 1841-Madrid, 1903). Fue instalada el 10 de agosto de 1912, un hecho en el que «podemos situar el inicio de la Rosaleda», apuntan los autores del proyecto de reforma. Y es que Linares Rivas había iniciado su carrera política al ser elegido diputado por A Coruña en 1872. Con llegada de la Primera República se aparta de la política. Regresaría más tarde con la restauración monárquica, siendo elegido de nuevo por los coruñeses y llegando a ser ministro de Gracia y Justicia en 1883. Años después será ministro de Fomento entre noviembre de 1891 y febrero de 1892 y de diciembre de 1895 a octubre de 1897 en ambos casos siendo presidente del Gobierno Antonio Cánovas del Castillo.
Después de instalar la estatua del político llegó el ajardinamiento de la Rosaleda en una zona que pertenece al Relleno, un área ganada al mar y que empezó a ajardinarse en 1868 en lo que son actualmente los jardines de Méndez Núñez.
En los años noventa, durante las obras de construcción del aparcamiento subterráneo de Sánchez Bregua y los Cantones, apareció un tramo de la antigua muralla de la ciudad, perteneciente a la zona de Pescadería. Dichos restos se encuentran prácticamente colindando con los jardines de la Rosaleda.