Las abejas toman una señal en el centro de Cambre

pablo barro CAMBRE / LA VOZ

VILASANTAR

CESAR QUIAN

Los insectos fueron retirados por un apicultor que las atrajo a una colmena que ubicará en su finca de Vilasantar

06 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Cambre siempre ha sido un lugar agradable para vivir. Así lo ven sus vecinos y así lo entendió también una colonia de abejas que ayer por la tarde comenzó a establecerse en una de las señales que regula la rotonda situada en la carretera que une O Temple con Cambre a la altura de la calle de A Lagoa.

Un vecino que pasaba por la zona fue quien alertó a la Policía Local de que las abejas se estaban agolpando en una de las señales que indica el sentido circular de la marcha en la intersección de esta vía. Hasta el lugar se desplazó una patrulla agentes con el fin de vigilar el enjambre y evitar que se produjesen males mayores. Siguiendo el procedimiento de actuación en estos casos, los policías contactaron con un apicultor de la zona para que acudiese a retirar de allí las abejas. Para ello cuentan con un listado en el que figuran los profesionales que voluntariamente se prestan a esta labor y que son contactados en riguroso orden de inscripción.

El apicultor al que según el listado debían llamar, Paulino Vázquez, acudió a Cambre embutido en su indumentaria de trabajo y con una pequeña colmena para «ofrecerles una casa» a estos insectos. La situó sobre una escalera, la acercó a la señal y esperó pacientemente a que se fuesen metiendo una a una. «Entran voluntariamente, aunque llegado el caso también se pueden empujar», explica Vázquez. Lo principal en estos casos es atraer a la abeja reina. Para ello, el apicultor rocía la caja con un espray con olor a hierba abejera al que difícilmente pueden resistirse.

Paulino, como contraprestación por sus trabajos, será el nuevo propietario del enjambre. Las abejas dejarán así Cambre para poner rumbo a la finca que el apicultor tiene en el municipio de Vilasantar, donde cuenta con otras cuatro colmenas. Allí, previsiblemente, las abejas criarán e incluso «darán miel este mismo año», apunta Vázquez. Los vecinos de Cambre ven como una amenaza desaparece de sus calles, pero también se quedan sin disfrutar del dulce néctar de su miel.