Un millón para renovar la gran caja fuerte de Galicia

Xosé Vázquez Gago
Xosé V. Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El Banco de España pide licencia para recuperar y mejorar el interior de su sucursal situada en la calle Durán Loriga, en A Coruña

16 abr 2014 . Actualizado a las 10:00 h.

El Banco de España ha dado impulso a su plan para mejorar y recuperar su buque insignia en Galicia, la sucursal ubicada en el número 16 de la calle Durán Loriga. El servicio de mantenimiento y obras de la entidad ha solicitado al Ayuntamiento licencia para reformar el interior del inmueble, que casi un siglo después de su apertura acusa el desgaste y debe ser adaptado a nuevos sistemas de trabajo.

Los trabajos son de envergadura. Cuentan con un presupuesto de ejecución material que roza los 903.000 euros, por lo que el definitivo superará el millón de euros, y afectarán a un área de mil metros cuadrados, en su mayor parte en zonas que no son accesibles al público.

Las obras no impedirán la actividad de la sucursal, y está previsto que se desarrollen en una serie de fases muy concretas para que en ningún momento se relaje la seguridad del edificio.   

Los técnicos de Urbanismo ya han emitido un informe favorable al proyecto, y, si no se producen imprevistos, la licencia se concederá en una junta de gobierno que tendrá lugar el lunes de la próxima semana.

Una vez obtenido el permiso, el Banco de España tendrá un máximo de seis meses para contratar e iniciar las obras y de otro semestre para finalizarlas. Así, lo más probable es que la reforma quede totalmente lista a principios del próximo año.

Un edificio catalogado

El edificio es de alto valor arquitectónico y está incluido en el catálogo de los planes especiales del casco histórico de 1998 y el 2012 con nivel de «protección integral». Por eso era clave el visto bueno de Urbanismo, que concluyó que el proyecto de reforma se ajusta sin problema a ambas normativas.

El director de la sucursal, Antonio Valle, explica que el objetivo es lograr una «mejora estética y de la organización del trabajo, conservando todos los elementos arquitectónicos».

El edificio apenas ha cambiado desde que abrió sus puertas en 1927, fruto de los diseños de José Astiz, el arquitecto que en aquella década renovó las sedes provinciales de la institución.

La crisis obligó a retrasar las necesarias mejoras. Fue posible iniciarlas el año pasado, cuando entre otras mejoras se recuperaron las rejas de las ventanas, que estaban afectadas por el óxido y habían provocado ya algunos daños en la piedra.

Mejoras en las carpinterías

Ahora está previsto sustituir las carpinterías de las fachadas de la primera y la segunda planta, que en algunos puntos están muy afectadas por el paso del tiempo. Además, se reemplazará el piso de madera de la planta baja. Fue instalado cuando el dinero se trasladaba en bandejas, pero la introducción de palés aceleró su desgaste.

Ese pavimento desde el que los funcionarios atienden al público y el zaguán de entrada son los puntos más visibles que recibirán mejoras. Pero también se reformarán zonas más discretas, como las que albergan la maquinaria encargada de analizar los billetes y separar los deteriorados o falsificados de los buenos.

Además, se cambiará en su totalidad un elemento clave del banco: la red informática, en la que por seguridad solo se utilizan cables y dispone de sistemas diseñados para evitar cualquier intento de intrusión.

Las reformas no terminan ahí. Las previsiones a corto plazo de la entidad pasan por recuperar el lucernario del patio interior, para lo que está previsto utilizar técnicas similares a las empleadas a principios del siglo pasado, y el próximo año acometer una nueva serie de obras con el objetivo de limpiar en profundidad las fachadas y restaurar las cubiertas metálicas.

Antonio Valle, orgulloso del «esfuerzo» que el Banco de España ha dedicado «siempre» a la conservación de su patrimonio, afirma que esas reformas permitirán a la sede de la entidad en Durán Loriga «lucir todo su valor arquitectónico».