Los corazones que trae la Transcantábrica

R. Domínguez A CORUÑA

FIRMAS

EQUIPO DE CIRUGIA CARDIACA INFANTIL Y CARDIOPATIAS CONGENITAS CON EL DR.PORTELA
QUIROFANOS
OPERACION
CHUAC
EQUIPO DE CIRUGIA CARDIACA INFANTIL Y CARDIOPATIAS CONGENITAS CON EL DR.PORTELA QUIROFANOS OPERACION CHUAC CESAR QUIAN

El Materno, centro de referencia en cardiopatías congénitas con Madrid y Barcelona, opera a niños de Asturias

05 feb 2021 . Actualizado a las 21:56 h.

«Antes, llegar a Oviedo eran cuatro horas; ahora tenemos la Transcantábrica». Quien habla no conduce un camión, pero en sus manos tiene el volante, para muchos pequeños, hacia la vida. Francisco Portela es, con Víctor Bautista, el cirujano cardíaco infantil del Materno, y habla de autovías en vez de bisturís apropósito de quienes han de pasar, a veces nada más nacer, por el quirófano. El Materno comienza a recibir, aunque tímidamente, pacientes de las comunidades más próximas. Y en eso las comunicaciones tienen algo que ver.

El equipo del Hospital Teresa Herrera es uno de los cinco, seis con la incorporación en enero pasado del San Joan de Deu, acreditados por el Ministerio de Sanidad como centros de referencia para la asistencia integral a los niños con cardiopatías congénitas complejas. Todos los demás están en Madrid y Barcelona. Ese título hace del centro coruñés destino para cualquier niño español que necesite ser tratado. Sin embargo, su condición de periférico, y la inercia que durante años desembocaba siempre en Madrid, hace que por el momento apenas un 10 % de los pacientes procedan de fuera de la comunidad gallega. «Empezamos a recibir de Asturias, y también de León, y nos han llegado casos de otros puntos, como Andalucía, muy, muy complicados», cuenta Portela. Habla de Manuel Carrillo, el niño malagueño desahuciado y que ningún otro hospital se atrevió a operar.

El alto grado de especialización es la marca del equipo coruñés, que aspira a importar pacientes con un palmarés de lujo. «Nos falta volumen de población, en España, afortunadamente, no hay tantos casos gravísimos de cirugía cardíaca infantil, y Galicia no llega a los tres millones de habitantes, pero nuestros resultados superan la media estatal e incluso la media de todos los centros de referencia», recalca el especialista.

Desde que se creó el área infantil de corazón, en 1997, por la mesa de operaciones han pasado 1.700 niños, entre ellos el primero que recibió un corazón artificial, un bebé de dos meses y cuatro kilos hoy trasplantado, al igual que otro lactante sometido a la complicada asistencia ventricular. Cada año, son una media de 120 los pequeños intervenidos, 80 de ellos a corazón parado, es decir, con una máquina de circulación extracorpórea haciendo las veces de corazón-pulmón, y tres para colocarles en el pecho un corazón nuevo. «Nuestro índice de complejidad es superior y nuestros resultados, también», insiste.