Un guardia civil y una de las residentes en el inmueble de O Temple fueron evacuados por inhalación de humo
25 mar 2014 . Actualizado a las 11:33 h.La tragedia rondó la rúa Temple, en Cambre a las seis menos cuarto de la tarde de ayer. Fue cuando por causas que se desconocen se originó un incendio en la cocina de uno de los terceros pisos del número 30 de esa calle. En el interior de la vivienda se encontraban una madre, su hijo, menor de edad, y un perro, que abandonaron la casa ante la magnitud que cogía el fuego y por la enorme acumulación de humo. Fue la intensa humareda la que hizo que una treintena de vecinos, entre los que se encontraban varios niños, de los otros pisos del edificio, también bajasen a la calle.
Debido a la emisión de humo resultaron intoxicados un agente de la Guardia Civil del cuartel de Cambre, que había acudido al lugar para sofocar las llamas y ayudar a los vecinos, y una mujer residente en el cuarto piso del edificio, «que ya padece una dolencia respiratoria», indicaron desde los bomberos de Arteixo. Ambos tuvieron que ser traslados por sendas ambulancias al Hospital A Coruña. El perro de la mujer que residía en el piso donde se originó el fuego también tuvo que ser llevado al veterinario.
Extintores
Emergencias 112 Galicia alertó del suceso a los servicios médicos, a Protección Civil, a la Guardia Civil y a la Policía Local de Cambre. A los pocos minutos ya se encontraban en el lugar los servicios de emergencia. Los agentes de ambos cuerpos fueron los encargados de sofocar las llamas. Para ello utilizaron varios extintores, los apaga fuegos de los coches patrulla, de los rellanos de las escaleras del inmueble e, incluso, varios matafuegos del garaje.
De forma rápida también llegaron a la rúa Temple los bomberos de Arteixo. Desde esta unidad contraincendios explicaron que el fuego afectó de forma importante a la cocina del inmueble, «los muebles de la estancia, la campana extractora quedaron destruidas. El fuego también hizo caer parte del falso techo de esta habitación».
Su trabajo consistió en la ventilación del edificio, «que estaba muy afectado por la acumulación de humo», desescombrar la cocina y, sobre todo, «comprobar con la cámara térmica la acumulación de calor y atacar esos puntos críticos para que el fuego no se reiniciase.