El túnel de la N-VI pone en riesgo tres cerezos en Iñás

maría ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

María Ballesteros

La dueña de los árboles denuncia que se están secando a causa de la obra

05 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En el municipio donde los árboles se protegen casi tanto como las personas, Leonor Maceiras está viendo morir los cerezos que plantó en su finca de Iñás el mismo año en que se instaló en esta parroquia oleirense, en 1955. La culpa de la agonía de los tres enormes ejemplares la tiene, según esta vecina natural de San Pedro de Nós, el túnel construido en la N-VI a la altura del pazo de Arenaza, que sorteó este edificio del siglo XIX y el Motel Jardín, pero se llevó varios metros de su finca y obligó a remover el terreno hasta dejar las raíces de los tres árboles al aire.

«Tiveron as raíces ao aire moito tempo, todo o mundo o viu, e entre iso e que viñeron e cortaron fóra de hora as pólas, as árbores comezaron a secar. Os que cortaron non entendían un pito», asegura esta vecina, quien cada cierto tiempo pide a un miembro de su familia que fotografíe los árboles ante el temor de que sea la última temporada que siguen en pie. Viendo como están las ramas ahora, a pocas semanas de que comience la primavera, Leonor Maceiras está convencida de que los cerezos volverán a florecer, pero lo harán solo la mitad de las ramas. «As que dan aquí están secas», indica desde el exterior de su finca, a solo un par de metros de la barandilla que separa el portal de su casa del túnel.

Daños en las viviendas

Además de costarle varios metros de su propiedad y obligarle a levantar un cierre en la finca que antes no necesitaba, esta vecina asegura que la construcción del túnel bajo la N-VI ha tenido consecuencias tanto en su vivienda como en la de su hija, ubicada en la misma parcela. «Dicían que non ía pasar nada, pero no chan do porche da casa da miña filla están levantadas todas as baldosas», relata.

Leonor lamenta que se haya invertido tanto en una actuación que no ha servido para solucionar los problemas de tráfico, además de perjudicar a su propiedad y a la de otra casa situada al otro lado del túnel, donde el Ministerio de Fomento tuvo que construir un voladizo para que puedan acceder a duras penas en coche. «Isto foi unha desfeita», denuncia, al tiempo que acusa al alcalde, Ángel García Seoane, de haber optado por una actuación que fue «contra o pequeno». «Aquí non lle tocou ao motel nin ao pazo nin as terras das súas amistades, tocoume a min porque son a pequena», se queja, como ya hizo en su día ante el regidor. «Quedou calado como un santo», asegura.