Antonio García es un coruñés que pone la mano en el fuego por la propiedad de la Primitiva perdida. Dice que el billete lleva su firma en el reverso.
-Cuénteme el recorrido que hizo el boleto que selló en la administración de Carrefour el 30 de junio del año pasado.
-Recuerdo perfectamente que acudí el día del sorteo a Carrefour y cuando salía, al mediodía, la administración estaba a punto de cerrar. Fue de una apuesta y al ver los números algo me dijo que me iba a tocar. Ya por la tarde iba con un amigo por la plaza de San Agustín. Yo llevaba el billete en la mano. Doblado como un acordeón y firmado en el reverso. Entré en la administración para cambiar un billete de 50 euros. Y ahí lo dejé olvidado. Estoy completamente seguro de ello.
-¿Cuándo se dio cuenta de su pérdida?
-Ese mismo día. Me volví loco buscando el billete porque sabía que habían salido mis números. Pero para no volverme loco, quise olvidarme.
-... Hasta que un año después salió la noticia en La Voz.
-Cuando la vi y comprobé que había aparecido en San Agustín, lo recordé todo.
-Pero como usted, hay 130 personas con un relato parecido...
-Ya, pero nadie puede decir que el billete lleva su firma, el papel hecho un acordeón y, por encima de todo, los números que salieron eran los míos.