La prolongación del contradique de punta Langosteira, que se licitará a mediados del año próximo, aguantará olas de 15,2 metros rompiendo en el entorno sin perder su operatividad.
Así se desprende de los estudios que está realizando el Grupo de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente (Geama) de la Universidade da Coruña para diseñar la segunda fase de esa actuación, la que alargará los 450 metros lineales del actual espigón a 1.320, que permitirán proteger una mayor lámina de agua.
La obra tendrá un plazo de ejecución de dos años y teóricamente estará lista en el 2016. Para diseñar la actuación optimizando costes, el Geama está desarrollando pruebas de laboratorio en el Centro de Innovación e Ingeniería Civil de la universidad coruñesa. Hasta allí se trasladó ayer el presidente del Puerto, Enrique Losada, para conocer de primera mano los ensayos que se están llevando a cabo sobre una maqueta a escala 1:50 instalada en una gran piscina en la que se recrean las condiciones de mar extremas a las que puede llegar a enfrentarse Langosteira.
Los técnicos simulan series de miles de impactos «partiendo desde los cuatro metros hasta los seis en el morro y los nueve en el tronco, lo que correspondería a las condiciones en las que llegaría al contradique un temporal con alturas máximas de ola de 15,2 metros en el entorno de punta Langosteira, una vez disipado su impacto por la acción del dique principal», explican desde el Puerto.
Losada estuvo acompañado en su visita por el vicerrector Ricardo Cao y por el profesor de Caminos Enrique Peña. El estudio finalizará en el mes de diciembre y servirá de base para determinar los requerimientos técnicos para la licitación de la obra. «El modelo se está comportando de manera óptima, lo que implica que no es necesario acometer obras de gran calado, ya que el nivel de rebases, salpicaduras y resistencias es el adecuado», apuntó ayer Enrique Peña, director del grupo de investigación que desarrolla técnicamente el puerto exterior.