El buen tiempo acompañó en un día de mucho ocio

María Vidal Míguez
María Vidal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Último pase de «El Manicomio de los Horrores».
Último pase de «El Manicomio de los Horrores». César Quian< / span>

Más de 150 personas participaron en el Zumbathon solidario a beneficio del Banco de Alimentos Rías Altas

22 abr 2013 . Actualizado a las 11:58 h.

Desde primera hora de la mañana, la actividad se dejó sentir en cada esquina de la ciudad. El buen tiempo animó a que los coruñeses aprovecharan la jornada para participar en alguna de las muchas actividades programas para ayer en A Coruña. Mientras los más madrugadores calentaban para participar en la prueba atlética que durante horas tendría bloqueadas las calles del centro, a media mañana más de 150 mujeres ocuparon la explanada de delante de Casa del Agua al ritmo del gangnam style, el baile más famoso del momento. Desde las diez de la mañana, y hasta la una de la tarde, Manuel Murguía se convirtió en una auténtica pista de baile al aire libre gracias al Zumbathon solidario organizado por Termaria a beneficio del Banco de Alimentos Rías Altas. Las participantes, que solo debían aportar tres kilos de alimentos como inscripción, se dejaron llevar por la buena causa y durante tres horas no pararon de practicar zumba, una modalidad de fitness basada en el baile y la música latina.

A media mañana, con el sol apuntando desde bien alto, los arenales coruñeses comenzaron a recibir a los primeros bañistas de la temporada. Y aunque a la sombra no estaba de más una chaqueta, hubo quien no quiso desaprovechar los primeros rayos de sol y no dudó incluso en ponerse en bañador.

Por la tarde, el escenario se trasladó a la calle Barcelona, donde los integrantes de cinco grupos de scout (Stoas del Ventorrillo-Agra del Orzán, Ahadi de los Rosales, Nyeri de Monte Alto, Ronsel de Sada, Khanhiwara y Tau de Santiago) celebraron un flashmob de promoción para culminar la jornada de convivencia que llevaron a cabo en la ciudad, y que comenzó con una eucaristía y siguió con diferentes actividades por el barrio. Como colofón a esta intensa jornada, el Coliseo acogió la última función de El Manicomio de los Horrores. Durante dos horas, terribles acróbatas, excéntricos malabaristas, inestables enfermeras sexis, ilusionistas chiflados, y monologuistas con alteraciones arrastraron al público a la locura.